El Papa Francisco envió un videomensaje con motivo de la inauguración del Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se realiza en Irlanda y al que asistirá los días 25 y 26 de agosto.
En su videomensaje, el Pontífice explicó que este encuentro, que comenzó este martes 21, es "una celebración de la belleza del plan de Dios para la familia", que actualmente afronta "muchos desafíos en sus esfuerzos por encarnar un amor fiel, por hacer crecer a los hijos con valores y para ser en la más amplia comunidad levadura de bondad, amor y cuidado recíproco".
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Tras recordar la importancia de los jóvenes para el futuro, el Santo Padre pidió que este importante evento eclesial "ayude a hacer crecer la unidad y la reconciliación entre todos los fieles de Cristo, como signo de aquella paz durable que es el sueño de Dios para toda la familia humana".
El EMF 2018 se inaugura este martes 21 de agosto y concluirá el domingo 26 con una multitudinaria Misa presidida por el Papa.
En los dos días en que el Santo Padre estará en Irlanda, el sábado 25 y el domingo 26, pronunciará seis discursos: una homilía, tres discursos propiamente dichos, un ángelus y una intervención en el encuentro con las parejas.
También se reunirá con algunas víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero.
A continuación el mensaje completo del Santo Padre:
Queridos amigos, mientras me dispongo en pocos días a visitar Irlanda para el Encuentro Mundial de las Familias, envío una afectuosa palabra de saludo a todo el pueblo irlandés: ¡Me emociona pensar en que volveré a Irlanda!
Como saben, el encuentro mundial es una celebración de la belleza del plan de Dios para la familia; y es también una ocasión para las familias provenientes de todas partes del mundo para encontrarse y sostenerse en la vivencia de su especial vocación.
Las familias hoy afrontan muchos desafíos en sus esfuerzos por encarnar un amor fiel, por hacer crecer a los hijos con valores y para ser en la más amplia comunidad levadura de bondad, amor y cuidado recíproco. Ustedes saben todo esto.
Espero que esta ocasión sea fuente de renovado aliento para las familias de todas partes del mundo, especialmente de aquellas familias que estarán presentes en Dublín. Que pueda recordarnos el puesto esencial de la familia en la vida de la sociedad y en la edificación de un futuro mejor para los jóvenes. ¡Los jóvenes son el futuro!
Es muy importante preparar a los jóvenes para el futuro, prepararlos hoy, en el presente, pero con las raíces en el pasado: los jóvenes y los abuelos. Es muy importante. Si bien la razón específica de mi visita a Irlanda es el Encuentro Mundial de las Familias, quiero que sea un abrazo a todos los miembros de la familia irlandesa.
Rezo en particular para que ayude a hacer crecer la unidad y la reconciliación entre todos los fieles de Cristo, como signo de aquella paz durable que es el sueño de Dios para toda la familia humana.
Sé que muchas personas se están esforzando activamente en la preparación de mi visita. Agradezco a todos cordialmente. Pido a cada uno que rece para que este encuentro sea un momento de alegría y también de serenidad, una caricia del tierno amor de Jesús por todas las familias y, en verdad, por cada hijo de Dios.
Les aseguro mi cercanía, mi oración y los invito a rezar por mí que lo necesito. De corazón, les doy mi bendición. Que Dios los bendiga a todos. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.