El rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Ignacio Sánchez, expresó el "dolor y vergüenza" de la institución el los escándalos de abusos cometidos al interior de la Iglesia en este país.
"Lo que suponíamos hechos muy puntuales -que son de carácter delictual y repudiables aunque fuera solo uno-, se ha demostrado que han sido más frecuentes de lo que hubiéramos imaginado", expresó el rector de la PUC en una carta al diario El Mercurio publicada el domingo 19 de agosto.
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Por ello, "al ser nuestra comunidad parte de la Iglesia, desde la universidad debemos pedir público perdón por lo realizado por este grupo de sacerdotes".
En la carta, el rector afirma que "debido a que no supimos escuchar con atención y poner a las víctimas en el centro, es que hoy tenemos que pedir perdón por nuestras faltas y omisiones".
En ese sentido, invitó a recoger el llamado del Papa Francisco a "rechazar la cultura del abuso tanto de poder como la lacra de los abusos sexuales a menores. Un delito que debe ser castigado duramente, entregando toda la información y antecedentes a nuestros tribunales de justicia".
Para el rector Sánchez, el mensaje del 3 de agosto de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) "avanza de manera significativa al reconocer que los obispos han faltado al deber de escuchar, creer y acompañar a las víctimas de abusos sexuales y de poder".
También destacó la disposición de la Iglesia en colaborar con el Ministerio Público y aprobar nuevas atribuciones y competencias del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y de Acompañamiento de Víctimas.
Asimismo, sostuvo que al interior de la PUC, "específicamente en el Honorable Consejo Superior, hemos analizado esta dura situación. En la actualidad, en conjunto con decanos de diferentes disciplinas, estamos trabajando para reflexionar respecto de las causas y los aspectos culturales que han favorecido estos abusos en nuestra sociedad".
"Es necesario entender las estructuras de poder, el clasismo de nuestra sociedad, las relaciones desiguales y otros factores que pueden favorecer estos deplorables hechos", subrayó.
Informó que en un proyecto de al menos dos años de duración "queremos aportar al país nuevas luces para entender lo que ha ocurrido y para que estos hechos no se vuelvan a repetir en Chile". Extiende este propósito a todas las universidades católicas del país.
Finalmente, "con dolor, vergüenza y solicitando el perdón de tantas víctimas, la UC quiere mirar hacia adelante y trabajar por un futuro mejor para nuestra iglesia y para el país", concluye su carta el rector Sánchez.