Un canadiense que padece una enfermedad incurable denunció que luego de pedir atención médica para continuar su tratamiento en casa, los doctores de un hospital de Ontario solo le ofrecieron el suicidio asistido.
Roger Foley, de 42 años, originario de Ontario, padece ataxia cerebelosa, un raro trastorno que limita sus capacidades neurológicas, limita la movilidad en sus brazos, piernas y la realización de otras tareas diarias.
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A principios de 2018, Foley entabló una demanda contra London Health Sciences Center, hospital donde estuvo postrado en cama durante más de dos años, así como también contra el Gobierno canadiense y numerosas agencias de cuidado de salud
Foley afirma haber pedido en repetidas ocasiones atención a domicilio "autodirigido", es decir, que él mismo sea capaz de organizar y dirigir su propia atención. Sin embargo, sus solicitudes fueron denegadas una y otra vez.
Asimismo, denunció que los cuidados a domicilio recibidos por parte del Gobierno, antes de que fuera trasladado al hospital de Ontario, lo dejaron con heridas e intoxicación alimentaria.
Recientemente, Foley proporcionó a Canada's CTV News dos grabaciones de audio por separado, en las que el personal médico parece ofrecerle suicidio asistido.
"Es la verdad de lo que está sucediendo en Canadá con respecto a tantas muertes asistidas sin garantías adecuadas, en combinación con la falta de atención a las personas que sufren", dijo a CTV News, y calificó la acción de los trabajadores médicos como una coacción ilegal.
En la primera grabación de septiembre de 2017 se escucha a un trabajador médico decirle a Foley que se le cobrarán unos 1.500 dólares por día si se queda en el hospital.
"Roger, este no es mi show. Te dije que mi parte en todo esto era para hablar contigo para ver si tienes interés en la muerte asistida", respondió el hombre.
En la otra grabación de audio, supuestamente de enero de 2018, se escucha a un trabajador médico preguntándole a Foley si le gustaría proceder con el suicidio asistido y si ha tenido pensamientos de autolesión.
Foley indica que tiene deseos de terminar con su vida debido a su experiencia en el hospital, pero que si se le brindara atención domiciliaria "estaría bien".
"Puede solicitar la asistencia si quiere terminar con su vida, ¿sabe a qué me refiero?", sostiene el trabajador médico.
Foley responde: "Bueno, ya me presentaron esta opción, pero ¿por qué quieren obligarme a terminar con mi vida?".
Luego, el trabajador niega que ese fuera su deseo y afirma que no quiere que Foley esté sentado en el hospital considerando el suicidio. Sin embargo, hace mención a los sentimientos suicidas del paciente como razones suficientes para buscar el suicidio asistido.
Según cifras del Gobierno, más de 3.700 personas han muerto por suicidio asistido desde que se legalizó esta práctica en junio de 2016 hasta fines de 2017.
Foley dijo a CTV News que quiere hablar para que el público pueda saber "la verdad antes de que sea demasiado tarde".
"No he recibido la atención que necesito para aliviar mi sufrimiento y solo me han ofrecido la muerte asistida. Tengo muchas discapacidades severas y soy completamente dependiente. Con el tiempo restante que me queda, quiero vivir con dignidad y vivir lo más independientemente posible", aseguró.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.