En medio del debate público sobre qué se puede hacer para proteger a los niños del abuso sexual, los estudios vienen demostrando que una estructura familiar inestable puede ser un factor de riesgo.
Al observar las tendencias generales sobre el abuso infantil, el Dr. William Bradford Wilcox, director del National Marriage Project de la Universidad de Virginia (Estados Unidos), dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que los estudios muestran que los niños que provienen de hogares inestables con padres solteros son más propensos a ser abusados, especialmente por alguien cercano a ellos.
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"El drama y caos familiar son caldo de cultivo para el abuso. Los niños que están expuestos a la inestabilidad tienen más probabilidades de estar expuestos a adultos con los que no tienen relación de parentesco, especialmente varones adultos sin relación de parentesco", dijo Wilcox.
Los niños en situaciones familiares caóticas también tienen más probabilidades de estar angustiados emocionalmente, una vulnerabilidad de la que los abusadores adultos probablemente se aprovechen, dijo Wilcox.
Un estudio federal publicado en 2011 mostró que los niños que viven con su madre biológica y su novio -sin relación de parentesco con el menor- tenían 11 veces más probabilidades de ser abusados sexual, física o emocionalmente y seis veces más probabilidades de ser niños desatendidos en comparación a los que viven con sus padres biológicos casados.
"En otras palabras, uno de los lugares más peligrosos para que un niño en Estados Unidos se encuentre, es un hogar que incluye un novio varón sin relación de parentesco, especialmente cuando ese novio se queda solo para cuidar de un niño", escribió Wilcox cuando el estudio fue lanzado en 2011.
El estudio también mostró que, incluso si los niños vivían con sus padres biológicos, pero que no estaban casados, tenían cuatro veces más probabilidades de ser abusados y eran tres veces más propensos a ser desatendidos.
Esta información fue reportada en el Cuarto Informe de Incidencia Nacional de Abuso y Negligencia de Menores (NIS-4) al Congreso, que examinó casos de abuso infantil entre 2004 y 2009.
Los datos corroboraron información de estudios previos, varios de los cuales demostraron que los niños que viven con adultos solteros son más propensos a sufrir abuso y abandono, incluido un estudio de 2002 que encontró que más del 15% de los niños que viven en hogares de convivientes experimentaron problemas emocionales graves como depresión, comparado con solo el 3.5% que vivía con sus padres biológicos casados.
Otro estudio de 2005 descubrió que los niños que vivían con los novios de su madre tenían 45 veces más probabilidades de morir que los niños que vivían con sus padres biológicos casados.
"Los datos muestran que el matrimonio a menudo es una fuerza segura y estabilizadora en las vidas de los niños y puede ayudar a aislarlos de otros problemas", dijo Wilcox.
"Sabemos que los niños tienen más probabilidades de prosperar en una rutina estable con cuidadores estables y también sabemos que los niños que experimentan mucha inestabilidad familiar son más propensos a ser víctimas de adultos abusadores", añadió.
Desde el estudio de 2011, los casos de cohabitación han aumentado mientras que los casos a de abuso infantil escala nacional en realidad han disminuido, dijo Wilcox.
Sin embargo, agregó, que el riesgo relativo de abuso infantil dentro de las familias donde no hay un matrimonio "sigue siendo alto".
Según un informe de 2018 del Centro de Investigación de Delitos contra los Niños de la Universidad de New Hampshire, los casos de abuso físico y sexual contra los niños han disminuido constantemente desde los años 90.
Actualmente, los casos de abuso físico se informan a tasas de alrededor de 30 por cada diez mil, mientras que los casos de abuso sexual se informan a tasas de alrededor de 25 o menos por cada diez mil.
Esta es una información optimista, dijo Wilcox, porque muestra que se han logrado avances en cuanto a conocer, informar y prevenir casos de abuso sexual.
"Diría que a pesar de que las tendencias generales se mueven en la dirección correcta, todavía es cierto que los niños que están expuestos a más inestabilidad y caos familiar tienen más probabilidades de ser sometidos a abusos", concluyó el experto.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicada originalmente en CNA.