El gobierno izquierdista de la Comunidad Valenciana ha decidido emprender un proyecto para que el islam se enseñe en las escuelas de esta región española.
Puesto que en España las competencias educativas se encuentran bajo control de los 17 gobiernos regionales, estos tienen autonomía para decidir de qué forma se imparten las materias y qué contenidos se enseñan a los alumnos.
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La autoridad encargada de la gestión educativa regional de la Comunidad Valenciana, la Conselleria d' Educació, bajo control del partido independentista de izquierdas Compromís, ha emprendido esta iniciativa con absoluta opacidad, según han denunciado los padres de las escuelas afectadas.
Por el momento, el proyecto de introducción de la enseñanza islámica se iniciará en período de pruebas en algunas escuelas.
Precisamente, fue la filtración del nombre de esas escuelas lo que encendió la chispa del descontento ciudadano, que llevó a una serie de protestas que obligaron a la Conseller Vicent Marzà a dar una marcha atrás de forma parcial.
Los tres pueblos en los que se iba a iniciar el proyecto eran Altura, Segorbe y Almázora, los tres de la provincia de Castellón.
Las protestas de los padres obligaron a las autoridades regionales a cancelar la puesta en marcha del proyecto en estos tres pueblos, pero no a su cancelación, ya que se está estudiando su implantación en otras localidades.
En declaraciones a la Cadena COPE, emisora de radio de la Conferencia Episcopal Española, el presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres y Alumnos de Valencia (FCAPA), Vicente Morro, explicó que la forma en que el Gobierno regional ha llevado esta iniciativa "se circunscribe en la forma habitual de actuar de la Conselleria: siempre imposición, sin diálogo con la comunidad educativa, generando división y fractura social, imponiendo políticas sectarias y de discriminación".
En su declaración, Vicente Morro afirmó que esta actitud es la misma que la mostrada en otras polémicas de los responsables educativos de la Comunidad Valenciana, como la imposición de la enseñanza en catalán a una población mayoritariamente castellanoparlante, la introducción de la ideología de género en las escuelas o el ataque a los conciertos educativos que garantizaban la libertad de enseñanza para los padres.
Según la opinión del presidente de la FCAPA, "la polémica no es 'religión islámica, sí o no', o 'religión en la escuela, si o no'", un tema zanjado en la Constitución Española y en la Declaración Universal de Derechos Humanos. "Los padres del pueblo de Altura protestaban porque no se les ha consultado, no se les ha preguntado, e incluso las propias comunidades islámicas de la zona tampoco han sido consultadas".
"En Segorbe y en Almázora se ve que los propios ayuntamientos lo pararon enseguida, y en Altura, como ha habido mucha falta de información, pues al final los padres tuvieron que salir a la calle. No es nada nuevo en la Comunidad Valenciana el intento de imposición en el ámbito educativo", aseguró.
Además, denunció la absoluta falta de transparencia del Gobierno regional y, en concreto, del Conseller de Educación. "El Conseller siempre hace lo mismo: actúa con 'vacacionalidad'. Siempre que hay una cuestión importante, la aplica durante Pascua, Fallas (principal fiesta local de la Comunidad Valenciana), o en pleno verano". Según indicó, de esa manera busca que sus políticas partidistas pasen desapercibidas y así "minimizar la respuesta ciudadana".
Vicente Morro también criticó que al mismo tiempo que se impulsa la enseñanza islámica, el Gobierno valenciano trata de recortar la enseñanza de religión cristiana.
"Han recortado las horas de religión católica. La han eliminado de 2º de Bachillerato. Intentan poner todas las trabas, y más, saliéndose de lo que marca la Constitución y la Declaración de Derechos Humanos, que dicen que hay libertad de educación, libertad de pensamiento, de culto", denunció.
En este sentido, explica que estas medidas buscan "imponer un proyecto ideológico" y, para imponerlo, "una de las cosas que están haciendo es limitar todo lo posible, poner todas las trabas posibles a la enseñanza de religión católica y, en paralelo, implementar la asignatura de religión islámica".