El Patriarcado Latino de Jerusalén (PLJ) calificó de "discriminatoria" y preocupante la recién aprobada ley "Estado Nación del pueblo judío" en Israel, porque no reconoce los derechos ni la existencia de las demás comunidades que viven en el país.
A través de un comunicado, el PLJ afirmó que esta ley –aprobada el 19 de julio por el parlamento israelí y respaldada por el primer ministro Benjamín Netanyahu– "es causa de una gran preocupación".
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"Aparentemente promulgada por razones políticas internas, al definir a Israel como el estado nación del pueblo judío, la ley falla en no proporcionar ninguna garantía constitucional para los derechos de los indígenas y de las otras minorías que viven en el país", indicó.
Destacó que "los ciudadanos palestinos de Israel, que constituyen el 20%, están flagrantemente excluidos de la ley. Está más allá de la concepción que una ley con efectos constitucionales ignore a un segmento entero de la población, como si sus miembros nunca hubieran existido".
El PLJ criticó que el compromiso de esta normativa para "trabajar en el desarrollo del asentamiento judío en la tierra, sin mencionar el desarrollo del país para el resto de sus habitantes".
"La ley puede no tener efectos prácticos, pero envía una señal inequívoca a los ciudadanos palestinos de Israel en el sentido de que este país no es su hogar", alertó.
"En otras palabras", prosiguió el Patriarcado Latino de Jerusalén, "la ley dice que no hay derechos iguales entre judíos y árabes y se niega a reconocer su existencia".
"No es suficiente con tener y garantizar derechos individuales. Cualquier estado con grandes minorías debe reconocer los derechos colectivos de estas y garantizar la preservación de su identidad colectiva, incluidas sus tradiciones religiosas, étnicas y sociales", aseguró.
En ese sentido, la Iglesia calificó a la normativa de "discriminatoria", porque "es exclusiva en lugar de inclusiva, disputada en vez de consensuada, politizada en lugar de enraizada en las normas básicas que son comunes y aceptables para todas las fracciones de la población".
Precisó que la ley "Estado Nación del pueblo judío" contradice directamente la Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Declaración de Independencia de Israel y la Ley Básica –que funge como la Constitución –sobre la "Dignidad y Libertad Humana".
"La primera garantizaba el establecimiento de un estado judío al mismo tiempo que garantizaba plenos derechos civiles a los árabes que vivían en él", explicó.
"En la segunda (la declaración de independencia), los fundadores del país se comprometían clara e inequívocamente a fomentar su desarrollo en beneficio de todos sus habitantes y garantizar la completa igualdad de derechos sociales y políticos para todos, independientemente de su religión, raza o sexo".
Respecto a la situación de los cristianos israelíes, el PLJ manifestó que estos "tienen las mismas preocupaciones que las demás comunidades no judías respecto a esta ley".
Los fieles, señaló, "piden a todos los ciudadanos del Estado de Israel que todavía creen en el concepto básico de la igualdad entre los ciudadanos de una misma nación a alzar su voz en rechazo a esta ley y de los peligros que derivan de esta para el futuro del país".