"Esa cifra nos estremece y es la que más nos preocupa", afirmó el vocero de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Jaime Coiro, al referirse al anuncio de la Fiscalía de que 158 miembros de la Iglesia están siendo investigados como posibles autores o encubridores de abusos sexuales.
Según indicó la Fiscalía Nacional este 23 de julio, el catastro identificó 144 casos ocurridos desde 1960 a la fecha. También indicó que serían 266 las víctimas, de las cuales 178 son menores de edad.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Entre los posibles abusadores y encubridores hay obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos.
El fiscal Luis Torres precisó que la gran mayoría de las denuncias "corresponden a delitos sexuales cometidos por sacerdotes, párrocos o personas vinculadas a establecimientos educacionales".
"También existen cinco casos por encubrimiento u obstrucción a la investigación contra superiores de congregaciones u obispos a cargo de una determinada diócesis", agregó.
En declaraciones a la prensa, Coiro dijo este 24 de julio
que "hemos aprendido que más allá de la cantidad, cada una de estas personas ha debido vivir un proceso que es sumamente doloroso, muchos de ellos han tenido que relatar una y otra vez en distintas instancias ante distintas personas lo que les ocurrió".
"La tentación sería quedarnos en la cifra de los imputados, pero lo que la Iglesia nos pide hoy es poner nuestra primera mirada en las víctimas. Esa cifra nos estremece y es la que más nos preocupa", aseguró.
Por su parte, la integrante del Consejo Nacional de Prevención de Abusos, Ana María Celis, dijo que ante los casos de abusos sexuales se requiere la acción tanto de la jurisdicción civil como la canónica, "porque lo que hace una no puede hacerlo la otra".
"La misión de la Iglesia es resguardar la dignidad de las personas y si la dignidad de la persona que concurre a la Iglesia es que nosotros mantengamos la confidencialidad de su situación, creo que hay que honrar esa dignidad", dijo la experta en derecho canónico.
"Pero vamos a hacer lo posible para que esa persona recurra a ambas jurisdicciones", sostuvo.