Mons. Francisco Javier Stegmeier, Obispo de Villarrica al sur de Chile, aseguró que el camino que sigue al "aborto libre" es el del asesinato de niños después de nacidos.
"Pretender el aborto libre como un derecho de la mujer -negándole todo derecho al niño por nacer- significa que será legal matar al hijo hasta el momento de su nacimiento e incluso después de nacido. Es decir, llegará un momento en que se apruebe en Chile el infanticidio", manifestó el obispo.
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Michelle Bachelet promulgó la ley de aborto el 14 de septiembre de 2017. La normativa se aplica en las causales de riesgo de vida de la madre e "inviabilidad fetal", es decir, cuando el "embrión o feto padezca una alteración estructural congénita o genética de carácter letal".
También se permite el aborto en la causal de violación hasta las 12 semanas de gestación. Cuando se trate de una menor de 14 años, el plazo se extenderá hasta las 14 semanas de gestación.
La columna de Mons. Stegmeier, difundida el 17 de julio, surgió a raíz de la entrevista que dio la ex presidenta del país sureño y principal promotora de la ley de aborto, Michelle Bachelet, al ex mandatario de Ecuador, Rafael Correa.
Bachelet expresó en el programa Conversando con Correa: "¿Cómo podría una mujer votar, ser electa y no poder decidir sobre su propio cuerpo? O sea, no puede haber doble estándar en esto".
"Eres una persona con la autonomía propia para tus decisiones", dijo Bachelet.
Mons. Stegmeier dijo que la declaración de la ex mandataria "sincera la verdadera intención al legalizar el aborto: que éste se practique por libre decisión de la mujer".
"Ha sido una hipocresía decir que solo se quería una ley muy restrictiva, cuando en realidad sus promotores estaban pensando en otra cosa", agregó.
Durante la entrevista, Bachelet fue consultada sobre cuándo empieza la vida de un ser humano, y ella afirmó que "hay preguntas complicadas, pero nadie sabe cuándo empieza la vida".
A esto el Obispo de Villarrica respondió que "precisamente porque ella no sabe cuándo comienza la vida, nunca debió propiciar una ley que, según su parecer, posiblemente permite matar a una persona humana".
"Es obligación moral abstenerse, si no se sabe qué efectos producirá una acción, más aún en materia tan grave como es el derecho a vivir de toda persona humana", aseguró el prelado.
Por último, el obispo alentó a "propiciar una cultura de la vida" a través de la oración, la lucha por la derogación de la ley de aborto y la férrea "oposición a las iniciativas legales que atenten contra la dignidad de la persona humana".