Mons. Luis Quiteiro Fiuza envió un mensaje con motivo del Día del Apostolado del Mar, en el que pidió acoger a quienes trabajan en este ámbito, así como mantenerlos con la oración ya que afrontan numerosas dificultades.
El 16 de julio se celebra la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de las gentes del mar. Por eso Mons. Luis Quinteiro Fiuza, Obispo promotor del Apostolado del Mar y Obispo de Tui-Vigo (España) ha enviado un mensaje en el que reclama "prestar seria atención y plegaria por todas las personas que desde su sacrificado esfuerzo en los trabajo de la mar tanto nos enriquecen a la sociedad y a quienes debemos estar tan agradecidos".
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Ante las numerosas "dificultades y luchas" que los marineros deben afrontar "no deben quedar en el olvido ni ser solo página de sucesos momentánea que provoque una solidaridad de corto plazo, sino que hay que mantener la mirada atenta y el corazón dispuesto para que este servicio sea tratado permanentemente en justicia, sobre todo en los casos más vulnerables", asegura el Prelado.
Mons. Quinteiro Fiuza se refiere a tormentas climatológicas pero también a "tormentas simbólicas" que fueron afrontadas en el Congreso Mundial del Apostolado del Mar y entre las que se habló de la pesca, el tráfico de seres humanos y el trabajo forzado, especialmente de mujeres y niños.
Por eso se refirió a "la numerosa cantidad de emigrantes" que trabajan en estos ámbitos y que, además del "peligro aparejado al mundo de la mar, se le suman las que son fruto de la injusticia, como la falta de salarios dignos".
Así como a "trabajos que se acercan a descripciones propias de la esclavitud, enfermos abandonados en los puertos o incumplimiento de las condiciones estipuladas en un contrato".
Ante estas graves dificultades, Mons. Quinteiro invitó a seguir las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia para resolverlas, ya que "nos hacen vivir nuestra fe unida a un compromiso rotundo por la dignidad humana, en cuanto que somos hijos de Dios".
"La Iglesia, lejos de ser insensible, vive una profunda preocupación ante estas realidades. Muestra de ello es el amparo del apostolado del mar en el recientemente creado Dicasterio para el Desarrollo Integral, por el que el papa Francisco ha mostrado una especial cercanía e implicación personal", apunta el Prelado.
Además, propone como "segundo hogar" las parroquias para que "todos volvamos a descubrir, por la fe, el verdadero rostro de la parroquia, o sea, el "misterio" mismo de la Iglesia presente y operante en ella".
"Se trata de una comunidad sensible ante las urgencias de la gente del mar y sus familias que reclaman nuestra atención. Y que debería ser cada vez más creciente. El encuentro con ellos se convierte en ocasión para comprender el paso de Dios por las circunstancias de su Pueblo, especialmente por su cercanía providente en las especialmente difíciles", asegura en su mensaje.
También destaca que "la gente de la mar navega con sabiduría entre los oleajes propios de su oficio y entre los oleajes de las injusticias descritas. En ellos se forma su respuesta al Señor y se convierten en testimonio de "la santidad de la puerta de al lado", de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios".
De esta manera, el Obispo destaca que "el mar se convierte en espacio privilegiado para la experiencia de fe" por cómo la protagonizan "quienes bregan con sus dificultades y por el testimonio de acogida que pueden ofrecer quienes esperan en la orilla".
Por eso animó a que las diócesis, parroquias marineras y cofradías apoyen de manera especial en la acogida "continuamente renovada y actualizada".
"Pidamos a Dios, a quien el mar y el viento obedecen, ser capaces de mostrar en estas claves nuestro compromiso de fe, teniendo como estrella segura a María la Virgen del Carmen, a la que tan emocionadamente llamamos y cantamos tantas veces como Estrella de los Mares", aseguró el Prelado y pidió también que "nuestro canto se prolongue en el compromiso cristiano con la gente de la mar".
Puede leer la carta íntegra AQUÍ.