Al finalizar su 110° asamblea plenaria este 11 de julio, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) denunció que la crisis en el país se agrava cada vez más y que el gobierno es responsable de esta situación.
"La situación del país se torna cada vez más grave. La mayor parte de la población no cuenta con los medios para hacer frente a la monstruosa hiperinflación. La calidad de vida de los venezolanos, ya sumamente precaria, se deteriora día a día", señalaron los obispos en su exhortación titulada "No temas, yo estoy contigo".
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Reiteraron que "el principal responsable de la crisis por la que atravesamos es el gobierno nacional, por anteponer su proyecto político a cualquier otra consideración, incluso humanitaria; por sus erradas políticas financieras" y por "poner obstáculos a quienes tienen voluntad de resolver algún aspecto de la problemática actual".
En ese sentido, señalaron que la actitud del Gobierno de presentarse "como víctima de manejos externos e internos" es "la confesión de la propia incapacidad para manejar el país. No se puede pretender resolver la situación de una economía fallida con medidas de emergencia como bolsas de comida y bonos".
"Ignorar al pueblo, hablar indebidamente en su nombre, reducir ese concepto a una parcialidad política o ideológica, son tentaciones propias de los regímenes totalitarios, que terminan siempre despreciando la dignidad del ser humano", alertan.
Los obispos denunciaron que las elecciones del 20 de mayo solo sirvieron para "prolongar el mandato" de Nicolás Maduro y que la altísima abstención "es un mensaje silencioso de rechazo, dirigido a quienes pretenden imponer una ideología de corte totalitario, contra el parecer de la mayoría de la población".
"Desde el Ejecutivo Nacional, la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente y el Consejo Nacional Electoral se pretende conculcar uno de los derechos más sagrados del pueblo venezolano: la elemental libertad para elegir a sus gobernantes", afirmaron. Indicaron que "mientras existan presos políticos, y adversarios a quienes se les niega su derecho a postularse, no habrá proceso electoral libre y soberano".
Los obispos también alentaron todos los esfuerzos que ayuden a superar la crisis. Sin embargo, lamentaron que la emigración de miles de venezolanos los esté convirtiendo "en un país en diáspora".
Tras agradecer a los países que acogen a estos migrantes, la CEV aseguró que "si se ofreciera al venezolano alguna esperanza de futuro no tendría que emigrar. Venezuela espera la vuelta de sus hijos para reemprender el camino de un sano progreso".
Los prelados también resaltaron la importancia de la solidaridad, especialmente ante la falta de alimentos y medicinas en el país; y pidieron a las Iglesia particulares que sigan brindando "el apoyo generoso que tantos fieles aportan, aun desde su pobreza".
"Dios, por medio del profeta Isaías, nos invita a no tener miedo, conscientes por nuestra fe, de que no estamos solos, sino que el Señor nos acompaña y nos fortalece en nuestras vicisitudes".
En ese sentido recordaron que "la oración, el ofrecimiento del sacrificio y de las horas adversas nunca serán inútiles, aunque no veamos su resultado de inmediato: la oración perseverante alcanza lo que pide, como nos garantiza el Señor en el Evangelio".
El IV Encuentro Nacional de Jóvenes (ENAJÓ), que se celebrará del 1° al 4 de agosto en la Provincia eclesiástica de Cumaná, indicaron, "quiere ser un aporte valiente y esperanzador de los jóvenes católicos de Venezuela ante la situación que vive el país".
Para concluir, los prelados venezolanos invocaron "una vez más la maternal intercesión de la Santísima Virgen María de Coromoto, para que Ella, con su oración ante su Hijo, nos ayude a superar los males de la situación actual".
Crisis en Venezuela
Según Cáritas Internacional, unos cuatro millones de personas han dejado Venezuela debido a la grave crisis económica, marcada por un gran desabastecimiento de alimentos y medicinas, que se vive bajo el régimen de Nicolás Maduro, presidente desde 2013 y reelecto el 20 de mayo en comicios cuestionados por la oposición y la comunidad internacional.
El principal destino de los millones de los migrantes es Colombia, junto a otras naciones como Perú, Chile y Argentina.
El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) sostuvo que el venezolano promedio ha perdido alrededor de 11 kilos en 2017, en una población donde casi el 90% vive debajo de la línea de pobreza.
La falta de medicinas ha provocado también el rebrote de la difteria y el incremento de casos de sarampión y malaria, enfermedades que estaban casi erradicadas en Venezuela.
Venezuela cerró el 2017 con una inflación de 2,616% y una caída del Producto Bruto Interno de 15%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una inflación de casi 14,000% para el 2018, lo que sería el mayor índice de inflación entre los mercados emergentes para este año y el siguiente.