El director de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México, P. José de Jesús Aguilar, anunció que la imagen del "Señor del Veneno", la más venerada de la Catedral Primada de México, pasa en estos días por un proceso de restauración y protección de plagas.
En declaraciones a ACI Prensa, el P. Aguilar destacó que con el paso de los años "el cariño" de los fieles a esta devoción se ha hecho más fuerte. "Podemos decir que es la imagen que sostiene económicamente a la Catedral", aseguró, y destacó que "tiene una gran cantidad de milagros".
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"La gente lleva constantemente estos milagritos en metal, que ya ni se colocan porque son tantos que inundarían todo el altar y más bien se han fundido para hacer algunas campanas".
La imagen del Señor del Veneno, que data del siglo XVIII, se encontraba originalmente en la capilla de Porta Caeli en el centro de la capital mexicana, "antes del conflicto religioso" de la primera mitad del siglo XX.
Posteriormente, el Cristo fue llevado a la Catedral Primada. "Se empezó a venerar en una capillita muy chiquita de la Catedral, pero es tanto el número de los fieles que lo veneran que se tuvo que pasar al altar de la entrada de la Catedral, el Altar del Perdón", dijo.
El origen del nombre del "Señor del Veneno"
El director de Arte Sacro de la Arquidiócesis de México explicó que, de acuerdo a la tradición, hubo una persona que intentó asesinar a un fiel devoto, "que acostumbraba besar los pies del Cristo".
Esta persona pensó que "si colocaba veneno en los pies del Cristo, el hombre después de besarlo se iría a su casa, a dormir, y el veneno actuaría en la noche y el hombre amanecería muerto sin que nadie sospechara de alguna cosa".
"Cuando el piadoso hombre se acercó a besar los pies del Cristo, delante de la gente, todos vieron cómo el Cristo flexionó las rodillas para que no sean besados sus pies y fue recibiendo el color negro desde los pies hasta la parte de la cabeza, en una forma simbólica absorbiendo el veneno. Por esto se llama Señor del Veneno", explicó.
El P. Aguilar destacó que "más allá de esta explicación tradicional, o de leyenda, la teología siempre ha dicho que el pecado es un veneno para el alma y que Cristo con su muerte y resurrección ha absorbido nuestros pecados".
"Esto permite que el hombre pueda tener una vida limpia, como se puede ver en el Sacramento del Bautismo. El agua del Bautismo es un signo muy claro de que la muerte y resurrección de Cristo nos purifica", dijo.
La restauración
El P. Aguilar explicó que la restauración tomará entre dos y tres semanas. La imagen, hecha de pasta de caña, "se ha mantenido en una forma adecuada, pero el hecho de que su material sea tan endeble la hace víctima de las polillas, por lo que hay que ponerle algún aditamento" para que estas no la carcoman.
"Además, que ya tiene algunas partes en las que el movimiento de la imagen en las procesiones la estaba deteriorando", indicó.
Indicó que la restauración se hizo posible tras la aprobación de la Secretaría de Cultura y la Dirección General de Sitios y Monumentos, con el apoyo de Fomento Cultural Banamex.