Predicar en las calles y en los barrios y llevar a los alejados una palabra de ánimo. Este fue el mensaje que el Papa Francisco ofreció a los miembros de la Familia de la Preciosísima Sangre durante un encuentro en el Vaticano.
"Es importante ser personas valientes, construir comunidades valientes que no tengan miedo de tomar partido por los valores del Evangelio y la verdad sobre el mundo y sobre el hombre".
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Francisco invitó a "tocar la vida de las parroquias y de los barrios, a no dejar indiferentes, sino a incidir, transformando el corazón y la vida de las personas".
También pidió atención "especialmente a los alejados". "En vuestra misión estáis llamados a llegar a todos, a haceros entender por todos, a ser 'populares' usando un lenguaje gracias al cual todos puedan comprender el mensaje del Evangelio", afirmó.
"Esforzaos por ser imagen de una Iglesia que camina por la calle, entre la gente, también arriesgando en primera persona, compartiendo las alegrías y fatigas de los que os encontráis".
El Papa recordó además que "desde los inicios del cristianismo, el misterio del amor de la Sangre de Cristo ha fascinado a muchas personas".
"Dios ha elegido el signo de la sangre, para que ningún otro signo así elocuente para expresar el amor supremo de la vida donada a los otros. Esta donación se repite en cada celebración eucarística, en la cual se hace presente, junto con el Cuerpo de Cristo, su Sangre preciosa, la Sangre de la nueva y eterna Alianza, derramada por todos en remisión de los pecados".
Francisco animó a realizar "obras de misericordia" y a "tener cuidado en los que podrían ser ayudados en sus sufrimientos morales y físicos y en lugar de ellos son dejados languidecer a los márgenes de una sociedad del consumo y de la indiferencia".
El Papa les pidió prestar especial atención a "la valentía de la verdad, la atención a todos" y "la capacidad de fascinar y comunicar".
"El Evangelio y el Espíritu Santo suscitan palabras y gestos que hacer arder los corazones y los ayudan a abrirse a Dios y al prójimo", añadió.