En una reciente reflexión, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, indicó que la santidad es la forma de impedir "la desaparición de la persona humana" ante dramas actuales como la migración, el aborto, la injusticia y los conflictos.
Así lo indicó a inicios de junio en una cumbre realizada en la Universidad de Georgetown patrocinada por la Iniciativa sobre el Pensamiento Católico Social. Durante los tres días del evento, 75 líderes católicos reflexionaron sobre el tema "Aunque muchos, somos uno: superar la polarización a través del pensamiento católico social".
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El Prelado indicó que solo en Los Ángeles viven un millón de inmigrantes indocumentados y que en las noches alrededor de 55 mil personas no tienen "un lugar al que le puedan llamar hogar". Además, de los casi cuatro millones de habitantes, un 20% vive debajo del umbral de la pobreza.
Además, "se realizan más abortos en Los Ángeles que en cualquier otra ciudad, a excepción de Nueva York", y hay cerca de 30 mil niños en el sistema de crianza y adopción de la urbe.
Mons. Gomez afirmó que ante esta realidad surgen las preguntas: "¿Por dónde empezamos ante tanta miseria humana? ¿Cómo cambiamos nuestra sociedad para que haya menos sufrimiento, menos injusticia?".
Señaló que a través del trabajo pastoral en la ciudad, ha llegado a percibir que el mayor desafío es "la desaparición de la persona humana".
"El sentido de nuestra gran dignidad como hijos de Dios, el sentido del amoroso designio de Dios para la creación y el significado divino de nuestras vidas; todo esto se está desvaneciendo de los corazones y de las mentes de esta generación", advirtió.
"Podemos verlo en la manera en la que, en nuestra economía, las personas son tratadas cada vez más como objetos que pueden ser reemplazados o como herramientas a ser utilizadas para favorecer las ambiciones de los demás. Lo vemos en la crueldad y en la violencia aleatorias, que hemos llegado a aceptar como la realidad cotidiana de nuestra sociedad", prosiguió.
Por ello, en los tiempos actuales los católicos "necesitamos permanecer unidos en la urgente misión de proclamar y defender el misterio de la persona humana en nuestros tiempos".
El Arzobispo de Los Ángeles recordó que la Iglesia "existe para evangelizar" y que "lo que proclamamos es la verdadera liberación, el camino que conduce a la vida eterna".
Explicó que la evangelización no consiste en hacer política o promover un "bienestar", sino contagiar a los demás el deseo de "volvernos como Jesús: viendo lo que Él ve, sintiendo y pensando como Él lo hace".
"Dios nos está llamando a todos a buscar la santidad, a ser santos, cada quien, a su manera, en las circunstancias de nuestra vida ordinaria. En nuestros hogares, en el trabajo, en la escuela y en nuestras comunidades", afirmó.
Mons. Gomez precisó que buscar la santidad "nos lleva a profundizar cada vez más en la vida de nuestros hermanos y hermanas, en sus alegrías y esperanzas, en sus miserias y desgracias".
Respecto a la defensa de la dignidad humana y su relación con la santidad, recordó que Mons. Óscar Romero, que será canonizado en octubre, dijo en una ocasión: "La fidelidad matrimonial y la moralidad de preservar la vida que comienza en el seno de una mujer son temas antiguos, no nuevos. Y la Iglesia debe defenderlos incluso si eso significa perder el aplauso y ser atacado por el público".
"Amigos, en nuestra defensa de la persona humana, tenemos que recordar lo que el Beato Romero y todos los santos saben. Si queremos promover la santidad y la dignidad de la persona humana en nuestros tiempos, tenemos entonces que proteger también la santidad y la permanencia del amor conyugal y hemos de promover la belleza de la vida familiar", indicó el Prelado.
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