El Nuncio Apostólico en Irak y Jordania, Mons. Alberto Ortega Martín, aseguró que para evitar un número elevado de personas que abandonan sus países en busca de una vida mejor, se necesita atender en estos las causas que originan la migración.
"Lo más importante es intentar atajar las causas de esta migración. Sobretodo intentar promover la paz y desarrollo de los países de origen verdaderamente para evitar que tantas personas tengan que salir de sus hogares buscando una vida mejor porque no pueden vivir en sus propias casas", manifestó el Prelado a Vatican News este 20 de junio, Día Mundial del Refugiado.
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Asimismo, dijo que sería importante que haya una colaboración mundial "para evitar desde la raíz el tema de la migración".
"En caso de que alguien tuviera que salir inevitablemente de su país, darle la necesaria acogida generosa porque no huyen por capricho, sino por una necesidad", añadió.
El obispo lamentó que en la actualidad haya "un millón y medio de refugiados sirios en Jordania con una situación bastante precaria", escenario que surgió como consecuencia del conflicto en Siria que ya tiene más de siete años.
"Hay que reconocer la gran capacidad de acogida de un país (Jordania) que son 9 millones de habitantes de los cuales tres (millones) son refugiados", añadió.
Sobre el rol de la Iglesia ante esta problemática, el Nuncio sostiene que su "principal misión" es "dar y transmitir la esperanza" recibida, "ayudar a la comunidad cristiana que aunque es pequeña, es muy activa, e intenta trabajar por el bien de la sociedad".
Recordó también la ayuda que brinda en escuelas y en sanidad a través de Cáritas, que "es una actividad que intenta alcanzar a todas las personas, no solamente a los cristianos sino también a muchos musulmanes, que es la mayoría de la población".
Finalmente, mencionó el testimonio de fe de la Iglesia en Irak, donde 120 mil cristianos de rito oriental "de un día para otro, han perdido todo por mantener su fe, por dar un precioso testimonio que es un tesoro para toda la Iglesia".
"Es muy importante que puedan conservar su fe, su rito y sus tradiciones porque es un bien para todos. A mí me conmueve la fe de estos cristianos y creo que con la oración nos apoyamos unos a otros", concluyó.