Ante las próximas elecciones generales en Brasil, el vicepresidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Mons. Murilo Krieger, indicó que la población es más consciente de que ya no se puede tolerar el "cáncer" de la corrupción.
En octubre de este año, los brasileños votarán para elegir al nuevo presidente, vicepresidente, gobernadores y vicegobernadores estatales, parlamentarios de las asambleas legislativas estatales y del Congreso Nacional.
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Mons. Krieger indicó a través de la CNBB que "la época pre electoral es excelente para conocer la realidad del país, pues todos los que desean ser candidatos muestran problemas y necesidades a las cuales se comprometen a dar una respuesta adecuada".
El también Arzobispo de São Salvador da Bahia indicó que algunas de estas problemáticas son el desempleo y la corrupción. "No podemos continuar con los índices actuales de desempleo; es algo ruin para todos, aún más para los pobres", expresó.
Sobre la corrupción, el Prelado dijo que los brasileños son cada vez más conscientes de que esta "ya no puede ser tolerada" porque "es un cáncer que destruye al país desde adentro".
"Es interesante que cuando el pueblo se manifiesta sobre el país que desea, no dice que quiere un país en que todos sean ricos y famosos, sino que quiere un país en que todos tengan los mismos derechos, y que los derechos de todos sean respetados, en que se respeta los bienes públicos, etc.", indicó.
Sin embargo, Mons. Krieger lamentó que en este periodo donde los partidos discuten los posibles candidatos, la elección de estos se restrinja muchas veces a la cúpula partidaria.
"Quien vivió los tiempos de la dictadura militar se acuerda de que algunas candidaturas –me refiero a las del partido que expresaba el pensamiento de quien comandaba el país– nacían en gabinetes y eran impuestas", recordó.
"Infelizmente, el pueblo en general, es un mero asistente de ese proceso, con casi ninguna participación en la elección de los candidatos. Incluso quien está afiliado a algún partido, acaba sólo sacramentando los nombres que la cúpula escogió", prosiguió.
El Prelado afirmó que "el problema de esa situación es que los 'viejos' políticos –muchas veces 'viejos' también en los defectos– logran ser candidatos y tienen grandes posibilidades de reelegirse como diputados y senadores, con el riesgo de que todo continúe como antes".
Por lo tanto, aconsejó que sería "importante que las comunidades convoquen a candidatos para los debates, presenten los valores que quieren ver defendidos en el Parlamento y que voten con un cuidado especial en aquel que será su diputado estatal, federal o senador".
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Digital.