El Papa Francisco ha criticado duramente la política migratoria de Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos de América porque es "inmoral", advierte de un invierno demográfico en Europa y vuelve a negar el sacerdocio femenino.
En una entrevista concedida a la agencia Reuters, el Pontífice ha respondido de esta manera a la polémica suscitada estos días por la decisión de separar a las familias de migrantes en la frontera con México, dejando a muchos niños encerrados en jaulas y separados de sus padres.
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En concreto, asegura que la medida de Trump es "contraria a nuestros valores" y que es "inmoral". "No es fácil, pero los populismos no son la solución", remarcó.
Francisco asegura estar de acuerdo con los obispos de Estados Unidos, quienes han rechazado esta política migratoria, y añadió en la entrevista que los populismos "están creando una psicosis". Además, alertó de "un invierno demográfico grande" sobre todo en Europa. Sin inmigración, "Europa se quedará vacía", añadió.
Sin embargo, el Papa recuerda que el problema ya existía antes de que Trump llegara a la presidencia de los Estados Unidos: "en los tiempos de Obama he celebrado una Misa en Ciudad Juárez (México), en la frontera, y en la otra parte concelebraban 50 obispos, y en el estadio había muchísimas personas. Ahí existía ya el problema, no es solo de Trump, sino también de los gobiernos anteriores".
Fenómeno migratorio en Europa
Sobre el caso de la embarcación "Aquarius", que en Europa ha suscitado una enorme polémica, principalmente en Italia y España, y que transportaba a 629 inmigrantes, el Papa expresó que "creo que no hay que rechazar a la gente que llega, hay que recibirla, ayudarla y acomodarla, acompañarla, y luego se ve donde se pone, pero en toda Europa".
Se refería así al rechazo del nuevo gobierno de Italia de acoger a los refugiados de la nave, que finalmente llegaron hasta Valencia (España) al serles negados el acceso a Italia.
"Europa ha sido hecha por la inmigración. Veamos la actualidad. (…) La historia actual es que hay gente que llega pidiendo ayuda. (…) Italia y Grecia han sido valientes y generosas al acoger a esta gente. En Oriente Medio Turquía ha sido también valiente, el Líbano, Jordania".
"A un cierto momento, hagámoslo todos, ¿no? La gente escapa de la guerra o del hambre. Volvamos al hambre. En África, ¿por qué hay hambre? Porque en el inconsciente colectivo nuestro hay un lema que dice que África debe ser explotada. Muchas veces cuando se va a África es para explotarla. Yo he hablado de esto con Merkel y ella está de acuerdo en que debemos invertir en África, pero invertir ordenadamente y dar fuentes de trabajo, no ir para explotarla", declara en la entrevista.
"Cuando un país –continúa– da la independencia a un país africano, pero del suelo para arriba –el subsuelo no es independiente– y después se lamenta porque los africanos hambrientos vienen aquí, ¡hay injusticia en eso!".
"Europa debe hacer un trabajo de educación e invertir en África para evitar la inmigración de raíz. Algunos gobiernos lo están pensando bien, y después se necesita prepararlos como se pueda, pero crear la psicosis no es una medicina. Y también hay un problema. Nosotros enviamos de vuelta al remitente a la gente que viene. Esta gente termina en las cárceles de los traficantes".
Por tanto, "el populismo no resuelve, lo que resuelve es la acogida, el estudio, la preparación, la prudencia, porque la prudencia es una virtud del gobierno y el gobierno debe ponerse de acuerdo. Yo puedo recibir a un cierto número y organizarlos. Hay un tráfico de esclavitud, los gobiernos lo deben entender, pero no es fácil la acogida, la educación, integrarles en la medida que se puede, y no se puede buscar una solución única. La solución primera es la de invertir en el lugar cuando no hay guerra", dice el Papa.
En la entrevista, realizada por el periodista Philip Pullella, Francisco también habla de su Pontificado. Preguntado sobre las críticas que recibe, aegura rezar por aquellos que hablan "cosas feas" de él.
Mujeres en la Iglesia
Explica que el futuro de la Iglesia está "en la calle" y revela que quiere nombrar a otras mujeres como encargadas de las oficinas de la Santa Sede, porque ellas son más capaces de resolver conflictos, aunque esto no debe llevar al "machismo en falda".
"Estoy de acuerdo en que deben ser más mujeres en la Curia. Para poner a una mujer Vice directora en la Oficina de Prensa tuve que luchar", dice sobre en referencia a Paloma García Ovejero, nombrada por el Pontífice en julio de 2016.
"Entre los candidatos con los que estoy hablando para cubrir el puesto de Prefecto en la Secretaría de la Comunicación hay también una mujer, pero ella no está dispuesta porque tiene otros compromisos. Son pocas, hay que poner más", afirma sobre el tema.
"Tengo la experiencia de Buenos Aires. Primero hacía un consejo con los consejeros sacerdotes sobre un tema que había que resolver, pero después discutía el mismo tema con un grupo mixto y el resultado era mucho mejor. Las mujeres tienen una capacidad de entender las cosas, una visión distinta. También la experiencia que he tenido aquí con las cárceles. He visitado muchas cárceles, las cárceles que están bajo la dirección de una mujer parece que van mejor".
"Creo que sería también así en la Curia, si hubiese más mujeres, incluso aunque alguno ha dicho que habría más chismorreos, pero no lo creo, porque los hombres también somos muy chismosos", dice en la entrevista.
Sacerdocio femenino
Sobre el sacerdocio femenino, dice lo mismo que ya ha explicado en otras ocasiones: "Juan Pablo II fue claro y cerró la puerta, y yo no vuelvo sobre esto. Era algo serio, no un capricho".
"Existe la tentación de 'funcionalizar' la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia, que deben hacer esto, que tienen que ser esto otro. No, la dimensión de la mujer va más allá de las funciones. Es algo más grande. Volvamos a Hans Urs Von Balthasar, que concibe la Iglesia con dos principios: el principio petrino que es masculino, y el principio mariano que es femenino, y no hay Iglesia sin mujeres".
"Con el orden sagrado no se puede porque dogmáticamente no va", agregó. "No debemos reducir la presencia de la mujer en la Iglesia a la funcionalidad. No, es una cosa que el hombre no puede hacer. El hombre no puede ser la esposa de Cristo. Es la mujer, la Iglesia, la esposa de Cristo".
Sobre este tema, también explica que "en el Cenáculo parece ser más importante María que los Apóstoles. Sobre esto se debe trabajar y no caer, lo digo con respeto, en una actitud feminista".
"En la Iglesia hay funciones diversas, también la mujer puede ser jefe de un Dicasterio. Esto tiene una función, pero debe tener más que la función. Es otra dimensión de unidad, de acogida, de esposa. La Iglesia es esposa", revalida.
Asegura que físicamente se encuentra bien, aunque continúa con dolor en las piernas causado por problemas de espalda. Vuelve a decir que en un futuro podría renunciar por razones de salud, como hizo Benedicto XVI en 2013, aunque "en este momento, no se me pasa por la mente".