Los obispos de México exigieron al Gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que salvaguarde la integridad de las familias migrantes detenidas por sus autoridades fronterizas.
En un comunicado publicado el 19 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo "un fuerte llamado al gobierno de Estados Unidos, a salvaguardar la integridad de las familias migrantes y el derecho que, tanto padres e hijos tienen de permanecer unidos".
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"La soberanía política de cualquier Estado descansa en una soberanía anterior y mucho más fundamental: la soberanía de las familias", aseguraron los obispos.
"Las familias poseen una dignidad que les es propia y que no es fruto del estatus migratorio de sus integrantes sino de su propia naturaleza como célula esencial de la vida social".
Los obispos mexicanos lamentaron que "casi 2 mil niños migrantes han sido separados de sus padres en las últimas semanas".
"De esta manera, se eleva el total de niños en esta situación a casi 4 mil del año pasado a la fecha", señalaron.
La CEM recordó que "el Papa Francisco ha manifestado su preocupación sobre el creciente número de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados que existen en algunas partes del mundo".
Las familias, subrayaron los obispos mexicanos, "no deben ser separadas. Al contrario, el bien común se consolida con la unidad de las familias".
Señalaron que las detenciones masivas son "el resultado de una política migratoria de 'tolerancia cero', que promueve el arresto a todos los adultos que intentan entrar de manera ilegal a los Estados Unidos, incluyendo aquellos que buscan asilo y huyen de condiciones de peligro y vulnerabilidad en sus países de origen".
"Mientras los adultos son arrestados y detenidos, los niños acompañantes son separados de sus familiares y enviados a diferentes instalaciones de detención", denunciaron.
En ese sentido expresaron su preocupación porque hay "muchos niños migrantes solos o que se encuentran en compañía de personas que no son sus padres o sus tutores oficiales".
En estos casos los menores "están más expuestos a ser presa del crimen organizado o de la trata de personas", advirtieron.
"Estos niños es preciso rescatarlos por razones humanitarias y tratarlos de manera justa, respetando con gran cuidado sus derechos humanos".
Los obispos mexicanos señalaron que separar a las familias, como lo hacen las autoridades migratorias estadounidenses, "genera consecuencias más peligrosas y dañinas para los niños, porque los hace más vulnerables y los expone a otros riesgos que, sin el cuidado y resguardo de los padres no podrán afrontar".
"El interés superior de los niños tiene primacía sobre cualquier otra cuestión o discusión en esta materia", subrayaron.
Al finalizar su mensaje, la CEM confió a Santa María de Guadalupe "las esperanzas y el cuidado de todos los migrantes y refugiados, y muy especialmente de los niños y niñas latinoamericanos que padecen esta situación en los Estados Unidos".
"Jesucristo nos recuerda a todos: 'En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis'", concluyeron los obispos.