La Iglesia en México aumentará su compromiso en ayuda de los migrantes siguiendo las indicaciones del Papa Francisco y promoviendo la cultura del encuentro.
Así se indica en las conclusiones del Coloquio sobre Migración Internacional Santa Sede – México que se ha desarrollado en el Vaticano desde el 14 de junio.
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Según se señala en las conclusiones, "el Coloquio abordó tres temas principales: avances e implicaciones del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular; migración y desarrollo desde la perspectiva del Pacto Mundial; y migración y medios de comunicación a la luz del Pacto Mundial".
En las conclusiones se explica, en primer lugar, que "en el Mensaje dirigido a los participantes, el Santo Padre Francisco nos animó en la tarea y en el esfuerzo para que la responsabilidad de la gestión global y compartida de la migración internacional encuentre su punto de fuerza en los valores de la justicia, la solidaridad y la compasión. El Santo Padre ha resaltado que la actitud fundamental es la de 'salir al encuentro del otro, para acogerlo, conocerlo y reconocerlo'".
En el documento, el Gobierno mexicano "reafirma su compromiso para que el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular sea un instrumento para transformar visiones cortas de miras e introspectivas en perspectivas amplias y humanas".
Por su parte, "la Iglesia Católica en México ha decidido comprometerse en favor de los migrantes poniendo en práctica los 4 verbos lanzados por el Papa Francisco en la Jornada Mundial del Migrante 2018 –acoger, proteger, promover e integrar– promoviendo la cultura de encuentro".
Ambas partes, Santa Sede y Gobierno de México, coinciden "en la importancia de entender la complejidad de los movimientos migratorios contemporáneos, que obedecen a múltiples causas, y que muchas veces se determinan por situaciones de conflicto, desastres naturales, pobreza y la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades".
"Los niños son los que más están sufriendo las consecuencias de las migraciones forzadas. A los desafíos producidos por estos flujos hay que responder efectivamente equilibrando los principios de solidaridad, subsidiariedad y corresponsabilidad", se indica en el documento.
Además, coinciden "en la oportunidad de comprometerse para una gobernanza global de los flujos migratorios, fundada sobre la corresponsabilidad de todos los actores institucionales y privados, a fin de asegurar una migración segura, ordenada y regular a beneficio de todas las personas involucradas, y que ayude a generar las condiciones para que la migración sea una decisión voluntaria y no una necesidad".
Debido a ello, ambas partes desean "seguir contribuyendo activamente en el proceso que llevará a las Naciones Unidas a adoptar un Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada en el transcurso de este año. Asimismo, considerando la complejidad de los flujos migratorios contemporáneos, consideramos importante insistir sobre la oportunidad de armonizar este Pacto con el Pacto Mundial sobre Refugiados".
"Nos comprometemos a promover la creación de las condiciones necesarias para que todos los migrantes puedan enriquecer las sociedades receptoras con sus talentos y capacidades y al mismo tiempo contribuir al desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y global".
Por último, "pedimos a todos los medios de comunicación que contribuyan, según sus posibilidades, a difundir informaciones ciertas y certificadas sobre los flujos migratorios y a disipar aquellas que generen percepciones únicamente negativas de los migrantes".