Este sábado una familia de siete miembros, incluyendo tres niños, fue quemada viva en su vivienda en Nicaragua; el mismo destino que sufrieron otras dos personas que caminaban en plena calle y fueron rociadas con gasolina por desconocidos.
Según un comunicado enviado a CNN por la policía este sábado 16 de junio, la familia asentada en el barrio Carlos Marx, en Managua, sufrió alrededor de las 6:00 a.m. (hora local) un ataque perpetrado por "terroristas y por el crimen organizado" con armas de fuego "artesanales, morteros y bombas molotov".
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Tras el crimen otro grupo de desconocidos quemaron vivos a dos hombres que caminaban en las calles de la capital, de acuerdo con un informe de la policía de Nicaragua.
La policía y paramilitares mantienen ataques en los barrios del este de Managua donde la población ha levantado barricadas en protesta contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega. Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril tras una fallida reforma de la seguridad social.
Ante los hechos, la Arquidiócesis de Managua emitió un comunicado en el que afirman estar "consternados por los atroces crímenes cometidos durante la noche de ayer y las primeras horas de la mañana de hoy en diversas ciudades y repartos de nuestra capital".
"Condenamos y repudiamos enérgicamente tan deplorables hechos", precisa el texto firmado por el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo José Brenes, y el Obispo Auxiliar, Mons. Silvio José Báez.
"Lamentamos en modo particular como pastores el execrable acto de terror que cobró la vida de seis personas, entre ellos dos menores inocentes e indefensos, por lo cual expresamos con corazón afligido nuestros sentimientos de cercanía y solidaridad para con los familiares y deudos", continúan los obispos.
Finalmente, instaron a "que cesen la violencia y las muertes perpetradas por quienes cobardemente se ocultan en el anonimato".
"En el nombre de Dios les exigimos que pongan fin de inmediato a la matanza contra un pueblo indefenso", concluye el comunicado.