El Cardenal Carlos Osoro inauguró este 15 de junio el Año Jubilar Mariano de la Archidiócesis de Madrid, otorgado con motivo de los 25 años de la dedicación de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena, realizada por San Juan Pablo II.
Para ello el Arzobispo de Madrid celebró una Misa de acción de gracias en la que también abrió la puerta principal de la catedral como signo del inicio del Año Jubilar Mariano, concedido por el Vaticano.
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El @cardenalosoro ha abierto la puerta del #AñoJubilarMariano pic.twitter.com/3ULRUlOory
- Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) 15 de junio de 2018
El Cardenal recordó durante la homilía que "después de 25 años nos volvemos a reunir en la misma fecha, para celebrar con gozo este acontecimiento y también después de 3 años trabajando el plan diocesano de evangelización".
"La Iglesia que camina en Madrid debe buscar respuestas para el hombre en la realidad en la que tenemos que anunciar el Evangelio de Jesucristo y es ahí en donde deseo situar el Año Jubilar Mariano que el Papa Francisco nos ha concedido", aseguró.
En ese sentido, el Arzobispo de Madrid animó en repetidas ocasiones a ser "discípulos misioneros de Jesucristo" y a tomar como ejemplo la vida de la Virgen María.
"En este Año Jubilar Mariano pedimos al Señor y a su Madre Santísima que nos enseñe a ser discípulos misioneros, pues cuando se asume un estilo pastoral y estilo misionero que realmente llegue a todos, sin excepciones ni exclusiones, el anuncio se convierte en lo esencial, que es lo más bello, lo más grande y atractivo y lo más necesario", afirmó.
"Seamos discípulos misioneros como María, promotores y generadores de sentido en una ciudad grande, (…) que sigue siendo un lugar privilegiado de la nueva evangelización. Se nos pide que no temamos a equivocarnos, que imaginemos nuevos espacios de oración, de comunión que sean más significativos y atractivos, que iluminen los nuevos modos de relación con Dios, con los otros, y con el espacio que suscite valores fundamentales, nada de barnices; hay que alcanzar con la Palabra los núcleos más profundos del alma de la ciudad. María, nuestra Madre, nos ayuda", aseguró el Purpurado.
Hace 25 años, el 15 de junio de 1993, san Juan Pablo II vino a Madrid para dedicar la catedral de Santa María la Real de la Almudena #25Almudena pic.twitter.com/3OIs9CxwEc
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"Queridos hermanos y hermanas, tenemos un año jubilar por delante, con la Santísima Virgen como protagonista, como ella, pongamos la mirada en Jesucristo que va a hacerse realmente presente entre nosotros en el misterio de la Eucaristía", afirmó.
Asimismo, recordó que "Ella intercede ante su hijo como lo hizo en Caná, para decirnos a todos que no tengamos miedo a diseñar nuestra vida junto a Ella como discípulos misioneros, hombres y mujeres que no tienen miedo a la santidad, que no tienen miedo a que Dios le quite fuerza, vida o alegría, sino todo lo contrario porque llegaremos a ser fieles a nuestro ser".
"Depender de Él nos libera y nos hace reconocer nuestra libertad, más santos y más fecundos para el mundo. Nunca tengamos miedo a dejarnos amar por Dios como hizo nuestra Madre y digamos como ella: 'Aquí nos tienes Señor', porque nos hace más humanos al encontrarse la debilidad nuestra con la gracia inmensa de un Dios que nos ama entrañablemente".
Junto al Cardenal Osoro han concelebrado el Arzobispo Emérito de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela; el Arzobispo Emérito de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo; los obispos de la Provincia Eclesiástica; los cuatro obispos auxiliares de Madrid; el Nuncio en Irak y Jordania, Mons.Alberto Ortega; el Nuncio en España, Mons. Renzo Fratini; el Secretario General de Conferencia Episcopal Española, P. José María Gil Tamayo; vicarios episcopales; Cabildo Catedral, y numerosos presbíteros.
En la Eucaristía se utilizaron la casulla y el cáliz que fueron usados por el Papa Juan Pablo II en la dedicación de la catedral el 15 de junio de 1993. Estas piezas, junto con otros ornamentos litúrgicos de aquella ceremonia, se exhiben en el Museo Catedral.
Además, la imagen de la Virgen de la Almudena también se engalanó para esta celebración conmemorativa con las coronas que se hicieron con motivo de su coronación canónica, en 1948 y que son obra del platero madrileño Juan José García.