El Foro de la Familia rechazó la apresurada aplicación del protocolo de atención educativa para los alumnos "transexuales" en las escuelas de la Junta de Castilla y León.
Para la organización española, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León busca "colgarse medallas entre el colectivo LGTB" (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
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El presidente del Foro de la Familia, Ignacio García Juliá, expresó su profundo rechazo al "Protocolo de atención educativa y acompañamiento al alumnado en situación de transexualidad y alumnado con expresión de género no normativa", que la Consejería de Educación de Castilla y León (España) envió a los centros educativos de la región.
"Deploramos que la Junta de Castilla y León se apresure a implantar un protocolo en las escuelas para colgarse medallas entre el colectivo LGTBI pasando por encima de los derechos de los padres y los niños", dijo García-Juliá.
Destacó que "los menores que sufren por su identidad sexual merecen todo el respeto y deben ser acompañados y defendidos frente a cualquier tipo de discriminación o agresión por este motivo".
Por eso subrayó el papel fundamental de la escuela en la educación en los valores del respeto, la tolerancia y la solución de los conflictos mediante el diálogo y "no para imponer a los niños una visión particular de la sexualidad".
El presidente del Foro aseguró que "las iniciativas recogidas en el texto son inadmisibles al atentar contra derechos fundamentales de los padres y los mismos menores, fomentando la intromisión de los poderes públicos en el ámbito privado y usurpando funciones parentales".
García-Juliá pone como ejemplo la obligación de los padres a "recibir tratamiento psicológico para aceptar la supuesta orientación sexual de un menor, mientras que el caso contrario está penalizado por las Leyes LGTBI vigentes y pronto lo estará en la región tras la aprobación de una norma de estas características".
Además destaca que se refiere siempre a una "supuesta orientación sexual" porque según afirma "no hay ninguna evidencia científica irrefutable que asegure que un niño en proceso madurativo tiene claro algo tan importante para su desarrollo personal".
"Es más, según un estudio reciente del Colegio Americano de Pediatras, el 90% de los menores que se identifica con el sexo contrario al suyo vuelve a sentirse identificado con el propio pasada la pubertad. Con este tipo de iniciativas, se estaría condenado a estos niños de forma irreversible", declaró.
En ese sentido, García-Juliá también aseguró que el protocolo atenta contra "el derecho a la intimidad de los menores, al abogar por la implantación de baños mixtos en los centros, imponiendo los derechos de una minoría frente al resto de los alumnos" y alertó que pueden favorecer "otro tipo de situaciones y acoso entre los menores".
Además destacó que el presente protocolo "privilegia a las asociaciones LGTBI, que recibirán contraprestaciones económicas por impartir charlas y realizar actividades en las escuelas a la vez que se presenta una visión particular de la sexualidad como la verdad absoluta".