La Compañía de Jesús en Chile informó que culminó la investigación previa realizada al sacerdote Jaime Guzmán, sobre las nuevas denuncias de abuso sexual contra menores que
habría cometido antes de 1994.

En la actualidad el sacerdote cumple una sanción canónica por abusos, impuesta en 2012, que le prohíbe el ejercicio público del ministerio y el contacto con menores.

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El 25 de mayo, el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, P. Cristián del Campo, decretó el cierre de la investigación sobre las nuevas denuncias.

El comunicado del 31 de mayo señala que la investigación estuvo a cargo del abogado Waldo Bown y que el informe será enviado al Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, para finalmente ser remitida a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En el mismo texto, la Compañía de Jesús en Chile informó sobre otros dos miembros que han recibido sanción canónica, "con el fin de avanzar en transparencia, verdad, justicia y reparación".

El primero es el hermano Raúl González, quien en octubre de 2011 fue denunciado por el abuso sexual cometido contra un menor de edad en un colegio de Valparaíso en  1999.

En marzo de 2012 comenzó la investigación canónica que lo encontró culpable. Se le impuso como pena inmediata el traslado a la Residencia San Ignacio en Santiago, "la suspensión permanente de toda actividad pastoral y la prohibición de todo contacto con menores y adolescentes, sin presencia de otros adultos responsables".

"Desde esta misma fecha, el trabajo del Hno. González se limita a labores domésticas de su comunidad religiosa", informó la Compañía.

El otro sancionado es el sacerdote Juan Pablo Cárcamo, denunciado en julio de 2016 por "abuso de conciencia y transgresión en el ámbito sexual a una mujer adulta, en el marco de un retiro espiritual".

"También se indagó en el Centro de Espiritualidad Ignaciana, donde se desempeñaba el P. Cárcamo, para saber si existían otras informaciones similares, no encontrándose antecedentes adicionales sobre este tipo de situaciones", señala el comunicado.

Como resultado, "al P. Cárcamo se le redefinió su trabajo pastoral y fue sancionado canónicamente, dentro de su ministerio sacerdotal, con la suspensión de todo servicio de acompañamiento espiritual y de dar retiros personalizados. Se informó de la resolución a la víctima y se le ofreció apoyo para su camino de sanación".

La Compañía de Jesús en Chile expresó su compromiso de "avanzar en nuestros procedimientos de acogida, cuidado y prevención, así como en todo aquello que permita una mayor transparencia y diligencia para enfrentar cualquier situación abusiva".

Asimismo, expresaron su confianza en el trabajo que está realizando la comisión independiente creada en marzo de 2018, "con el fin de conocer en profundidad todo lo que sea necesario cambiar para que el drama del abuso no se vuelva a repetir".

"Buscaremos poner todos los medios de justicia y reparación que contribuyan a sanar el daño del abuso a las personas afectadas", afirmó.