En un encuentro con los presbíteros y seminaristas de Roma, el Papa Francisco llamó a estar alertas porque el diablo ronda alrededor de los fieles como "león rugiente" y recordó la vez que un sacerdote le pidió "hacer como que (el demonio) no existe".
"A propósito del diablo: el otro día se me acercó un sacerdote que leyó algo que escribí sobre la vida espiritual (...) y me dijo: '¡Esté atento porque usted ha nombrado al diablo esa vez y él se vengará! Es mejor no nombrar al diablo y hacer como que no existe'. ¡No! ¡El diablo existe! Y el diablo –como dice Pedro– ronda como 'leo rugens' (león rugiente)'", dijo el Santo Padre.
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El Papa dijo estas palabras en el encuentro que tuvo el 16 de marzo con más de dos mil seminaristas y sacerdotes de Roma, encabezados por el Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Beniamino Stella. El contenido del evento fue publicado este martes 5 de junio por el diario del Vaticano, L'Osservatore Romano.
Durante el encuentro, el Pontífice respondió algunas preguntas.
En su primera respuesta en la que habló sobre el demonio, el Papa Francisco dijo que si "hiciera una pregunta todos alzarían la mano: '¿Creen en Dios Padre?' – 'sí, todos'– '¿Y en Dios Hijo? –'sí'– 'Y en Dios Espíritu Santo? –'sí´- '¿Y en el diablo – 'pero... depende. Es un mito, no es tan claro' (risas). O de repente responden claramente: '¡Sí, sí, creemos!', pero luego ¿tienen el olfato para descubrirlo cuando se acerca?". "Esto se hace con el discernimiento y con el acompañamiento espiritual", agregó.
El Obispo de Roma los alentó a estar preparados y a formarse de manera integral y permanente para cuando lleguen "los demonios de la vida, cuando aparezca el demonio meridiano, el famoso 'cuarentazo' (de la media edad) y cuando lleguen muchas otras dificultades, todas nacidas del pecado original y de la tentación del diablo".
El Papa explicó que los seminaristas y sacerdotes deben formarse no solo en el aspecto espiritual sino también en el humano, para aprender a ser padres y hermanos de quienes tendrán a su cargo.
El Santo Padre los invitó a "pedir la gracia de discernir lo que oyen para encontrar la voluntad de Dios, también para corregirse ante las cosas malas, las cosas que no van; pero nunca solos, siempre acompañados".