Hoy 24 de mayo se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China y la Fiesta de la Virgen de Sheshan, una de las devociones marianas más queridas por los católicos chinos.
Para conmemorar este día, el Papa Francisco publicó un mensaje en su cuenta de Twitter:
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"Hoy nos unimos en oración a los hermanos católicos de China, en el día de Santa María 'Auxilio de los Cristianos', de Sheshan".
Hoy nos unimos en oración a los hermanos católicos de China, en el día de Santa María "Auxilio de los Cristianos", de Sheshan.
- Papa Francisco (@Pontifex_es) 24 de mayo de 2018
Según informó Vatican News, el Pontífice también ofreció la Misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta por el "noble pueblo chino".
La Fiesta de la Virgen de Sheshan fue instituida por Benedicto XVI en 2007 para que se celebre cada 24 de mayo, debido a que coincide con la Fiesta de María Auxiliadora.
En la Audiencia General realizada el 23 de mayo, Francisco dijo a los peregrinos chinos que "la Iglesia universal reza con ustedes y por ustedes para que también entre las dificultades, puedan seguir confiándose a la voluntad de Dios. La Virgen no les hará faltar nunca su ayuda y los custodiará con su amor de madre".
UCA News señaló que a pesar de que el Gobierno del presidente Xi Jinping está incrementando el control sobre las distintas religiones, este día de oración no tiene un objetivo político sino que el propósito es fomentar la unidad entre los católicos y que estos renueven su fe en Jesús.
En este día, las celebraciones principales en China tienen lugar en el Santuario de Nuestra Señora de Sheshan, construido en 1871 en Shanghái como agradecimiento a su intercesión por salvar a los cristianos chinos de la persecución.
El templo actual data del año 1935 y en su interior se venera una imagen de Santa María Ayuda de los Cristianos.
Durante la Revolución Cultural de la década de 1960, el régimen comunista se apropió de la basílica, que sufrió daños. Actualmente es administrada por la Asociación Patriótica Católica China, una organización leal al Gobierno.
Además, en 1951 el régimen rompió las relaciones diplomáticas con el Vaticano y desde la década de 1980 ha cooperado vagamente en los nombramientos episcopales.
Sin embargo, el Gobierno chino también ha nombrado obispos sin la aprobación del Vaticano.
Esto ha llevado a una relación tensa y complicada entre la asociación patriótica y la "Iglesia clandestina", que incluye a sacerdotes y obispos que no son reconocidos por el Gobierno.
Muchos fieles y sacerdotes católicos que han rechazado el control del régimen han sido aprisionados, acosados y perseguidos.