Fue limpiabotas, repartidor de diarios, alcalde y a sus 81 años Mons. Toribio Ticona, Obispo Emérito de la Prelatura de Coro Coro (Bolivia), fue nombrado Cardenal por el Papa Francisco.
Conocido por su humildad y muy querido entre la gente, Mons. Ticona recibió con sorpresa la noticia de que se encuentra entre los 14 cardenales que el Papa Francisco creará el 29 de junio.
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"Quiero agradecer al Dios de la vida y de la historia, y al Santo Padre de poder ser elegido. Para mí ha sido una gran sorpresa", dijo Mons. Ticona en conferencia de prensa el 21 de mayo.
El futuro tercer cardenal de Bolivia nació en la Diócesis de Potosí el 25 de abril de 1937.
Proveniente de una familia muy humilde, salió adelante con su hermano menor y su madre quien trabajó en las minas de Potosí. El futuro cardenal durmió en el suelo, trabajó de limpiabotas, repartidor de diarios, albañilería, entre otros oficios.
En conversación con Diakonía, Mons. Ticona explicó que en 1955 llegaron los padres belgas a la parroquia Inmaculada Concepción, perteneciente al barrio donde vivía.
La congregación fue enviada por Pío XII quien manifestó que "en el mundo se daría una revolución en la clase minera", dijo Mons. Ticona.
En el lugar, los padres belgas formaron la Liga de Trabajadores Mineros, el Movimiento de Estudiantes Católicos y la Juventud Obrera Católica (JOC). En esta última, el Obispo Emérito participó como dirigente de la JOC.
Los padres belgas lo invitaron a misionar a Atocha, sur de Potosí. Allí aprendió diferentes oficios y tiempo después le propusieron el camino del sacerdocio.
Entró al seminario San Cristóbal en 1960 y el 29 de enero de 1967 fue ordenado sacerdote. Se desempeñó como alcalde en Chacarillas.
Su camino episcopal comenzó a los 49 años cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Potosí y en 1992 tomó posesión de la Prelatura de Coro Coro en La Paz.
Al cumplir los 75 años, el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia.
Durante la entrevista, Mons. Ticona manifestó que su sueño es construir un edificio para los niños pobres en Potosí y sostuvo que ha servido a "Dios sin nada de ostentación, ni orgullo. Eso me alegra porque Dios visiblemente me ha ayudado en la vida, en todo".
Tras conocer la noticia del nombramiento, la Conferencia Episcopal Boliviana manifestó su sorpresa y alegría, ya que "Mons Toribio encarna la vocación de un sacerdote servicial y humilde. Nuestra Iglesia se une en acción de gracias al Señor por este regalo".