El Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) y Presidente de Cáritas América Latina y El Caribe, Mons. José Luis Azuaje Ayala, pidió a los países buscar legislaciones que ayuden a reconocer la dignidad humana de los migrantes.
El Prelado recordó que cada persona tiene una dignidad humana que le da "una potencialidad de ser recibido como un ser humano, no como una ficha, no como una etiqueta".
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"Desde esa perspectiva se trabaja", y de esa manera "cada país es autónomo de llevar adelante sus posiciones, dentro del ámbito de buscar una legislación que ayude sobre todo a reconocer primero la dignidad humana de cada ser humano, y en segundo lugar, de poder apoyar aquellos elementos por los cuales ese ser humano que llega a un distinto país", afirmó.
Mons. Azuaje conversó con ACI Prensa durante su visita a Santiago de Chile para participar del encuentro sobre migración en Latinoamérica y el Caribe, organizado en conjunto por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) y Caritas Chile.
Sobre el éxodo migratorio de venezolanos, el Prelado dijo que esto ha llevado la problemática a los países receptores, pues se trata de "muchas personas en tan poco tiempo".
Otras migraciones han involucrado a "muchas personas, pero en un lapso de tiempo de 5 a 10 años. Aquí han sido muchas personas en un lapso de 2 años y hasta menos", señaló.
El Obispo explicó que son tres las principales "oleadas" de salida de Venezuela.
La primera "son personas involucradas en el ámbito de otras naciones, es decir, hijos de migrantes que llegaron a Venezuela y regresan a sus países, algunos con doble nacionalidad, etc".
La segunda oleada son los profesionales, mientras que la tercera y más actual "son nuestros pobres, gente humilde y sencilla, que al no ver realizada su potencialidad como personas y ciudadanos salen de cualquier manera, y esto genera consecuencias para sus vidas y para los países a los que se van".
En ese sentido, destacó el anuncio de la Santa Sede de los "Puentes de Solidaridad", impulsado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y que abre la perspectiva de un llamado de atención al mundo entero sobre la situación legal, humanitaria y cultural de los inmigrantes, no sólo venezolanos.
Además, indicó que las Cáritas del mundo tienen este año el proyecto "Compartiendo el Viaje", para velar por todos los migrantes, en especial por aquellos en riesgo de caer en manos de los traficantes de personas o de su sufrir otras violaciones a los derechos humanos.
Mons. Azuaje dijo que la Iglesia apoya y promueve todas las pautas que se den "en favor de estos hermanos que se desplazan no por gusto, sino por mucha necesidad".
El Presidente de la CEV señaló que en las migraciones no es solo "el hecho de quién sale, sino el paso que yo doy de acoger al otro, de ponerse en los zapatos del otro para poder reconocerlo y entrar en una dinámica de solidaridad enmarcada dentro del ámbito de la misericordia".