El Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, aseguró que si "las condiciones de seguridad" lo permiten, "no dudo que el Papa iría" lo más pronto posible a Siria para realizar una visita apostólica a ese pueblo tan martirizado por la guerra y el terrorismo.
En una reciente entrevista concedida a Vatican News, el Purpurado habló sobre el empeño del Papa Francisco por lograr la paz en Siria y Medio Oriente a través de sus constantes exhortaciones y gestos.
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Consultado sobre un posible viaje a Siria, país que sufre desde hace siete años por un conflicto, el Cardenal Sandri manifestó que "¡yo no tengo dudas! No dudo que el Papa iría. Solamente que él no tiene miedo por sí mismo: tiene miedo por todos aquellos que estarían reunidos en aquellas circunstancias, todos aquellos que podrían estar cerca de él".
"Y en este sentido, seguramente, todavía no ha podido dar este paso de ir a Siria o a otros países de Medio Oriente, como Irak. Ha ido a Egipto y ha salido todo bien", prosiguió.
Para realizar un viaje apostólico de esa magnitud a países como Siria, "es necesario ver si las condiciones de seguridad permiten que él pueda hacerlo. Porque ir a realizar ceremonias separado de la gente es ciertamente una cosa que tendría una cierta 'teatralidad', pero que no daría este fruto de llevar alegría y esperanza al pueblo concreto".
Al respecto, el Cardenal Sandri destacó la visita que el Papa Francisco realizará a la ciudad de Bari (en el sur de Italia) el próximo 7 de julio para celebrar una jornada de reflexión y oración sobre la dramática situación en Medio Oriente junto con los líderes de las Iglesias católicas y ortodoxas de esa zona.
Esta jornada "es un gesto de gran sensibilidad, un llevar el sufrimiento del mundo sobre sus espaldas, en particular el de Siria, de Irak y de Medio Oriente".
"De esta manera, quiere estar acompañado por todos los representante de las Iglesias para rezar al Señor, juntos, como hermanos, y al mismo tiempo, para manifestar al mundo este sufrimiento y llamar a todos a la justicia, a la paz, al respeto de la dignidad de la persona humana y, en particular, a la defensa de los cristianos, de aquellos perseguidos y de aquellos que viven en este ambiente tremendo de bombardeos cotidianos, de asesinatos, de terrorismo, de venganzas y separaciones", expresó el Purpurado.
En ese sentido, recordó que el "ecumenismo de la sangre" del que el Santo Padre habla en sus mensajes y viajes apostólicos significa "simplemente sentirse cristianos, junto a otros, un obispo, un sacerdote, que han sido asesinados, sean católicos u ortodoxos, sólo por ser cristianos".
"Esta es la carta de identidad de este martirio, que realiza en sí ya la unidad de este camino que todavía no ha llegado a su término", afirmó el Cardenal Leonardo Sandri.