El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, reflexionó sobre el lamentable drama de abusos sexuales por parte de sacerdotes y aseguró que pese a esta realidad "no son pedófilos todos los curas ni mucho menos y la Iglesia no encubre sin más".
En su columna semanal del programa Claves para un Mundo Mejor por canal 9, Mons. Aguer advirtió que "estos hechos desgraciados han dado lugar a que, algunos periodistas o comunicadores, digan: 'todos los curas son pedófilos' y esta afirmación calumniosa hace que se extienda un manto de sospecha sobre la Iglesia y su autoridad moral".
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Por esta razón, continuó el arzobispo, "se piensa que la Iglesia encubre esto. Es opinión común en estos días; escuchamos que se dice que la Iglesia encubre o ha encubierto delitos de esta naturaleza".
Sin embargo, Mons. Aguer recordó el "severo" protocolo establecido por el Papa Benedicto XVI, que estableció que hay que juzgar estos casos. "Lo que ocurre, a veces, es que no son denunciados en sede eclesiástica. Van, en todo caso, a un tribunal penal y la autoridad eclesial se entera tardíamente".
En ese sentido, el Arzobispo de La Plata recordó una experiencia personal del año 2000, cuando un sacerdote de la diócesis fue acusado de abuso sexual de menores y puesto en prisión preventiva mientras dure la investigación.
Relató que "como es sabido, los procesos demoran y en este caso al pronunciarse la sentencia el sacerdote fue absuelto. El juez que lo absolvió vino a verme y me dijo: 'Monseñor, yo tuve que absolver a este hombre por insuficiencia de la prueba, pero es culpable. Por favor sáquelo de circulación, porque es un peligro'".
"Qué hice yo entonces: ordené un proceso en el tribunal eclesiástico, que demoró mucho, todas estas cosas demoran cuando no se quieren reconocer las faltas. La Santa Sede aprobó lo actuado y me encargó a mí imponer la pena lo cual hice con la severidad que correspondía", sostuvo el Prelado.
Por otro lado, Mons. Aguer se refirió a los sacerdotes falsamente acusados "por sospechas o por manías".
"Hay un caso típico, de una denuncia de una persona que está mal de la cabeza a la que el sacerdote la ayudaba, y como ya no podía satisfacer sus exigencias lo denunció", advirtió.
El Arzobispo de la Plata insistió que al ser un tema tan delicado, "duele mucho que se diga, sin más, 'la Iglesia protege, la Iglesia encubre, la Iglesia tapa'. Porque no se debe hacer eso".
"No hay que tapar nada porque son crímenes abominables que hay que denunciar, en el momento oportuno y a quien corresponde", sostuvo.
Explicó que "si hacen la denuncia al obispo, es el obispo el que tiene un protocolo para proceder en esos casos. Y esto es lo que va a sanar esta llaga de la Iglesia. No nos olvidemos, no obstante, que la inmensa mayoría de los abusos sexuales de menores y de niños ocurren dentro del ámbito familiar. Eso está comprobado".
"A veces el padre es el abusador, una cosa que uno no puede creer, o más frecuentemente el padrastro, o el primo o el tío, o un vecino que frecuenta la casa. Esto es lamentablemente muy corriente en este delito", concluyó Mons. Aguer.