Si bien los católicos de todo el mundo están familiarizados con Santa Faustina Kowalska y su conexión con la Divina Misericordia, es posible que muchos no conozcan cómo Jesús la llamó y las cosas que le mostró sobre el Infierno.
En el día que celebramos su fiesta, te presentamos 7 datos importantes que debes saber sobre esta santa, que tuvo la misión de proclamar la misericordia de Dios:
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1. Su nombre era Helena
Helena Kowalska nació el 25 de agosto de 1905 en Polonia y al ingresar a la vida consagrada tomó el nombre de María Faustina Kowalska del Santísimo Sacramento.
Murió el 5 de octubre de 1938, después de ser elegida por Jesús y María para convertirse en la apóstol de la Divina Misericordia. Fue canonizada por su compatriota, el Papa San Juan Pablo II el 30 de abril del año 2000.
2. No planeaba ingresar a la vida consagrada
La joven Helena no tenía intención de ser religiosa, pero a los 19 años, mientras asistía a un baile en Lodz con su hermana Natalia, tuvo una visión de un Jesús sufriente, quien le preguntó: "¿Cuánto tiempo te deberé soportar aún? ¿Hasta cuándo me engañarás?".
Después de rezar en la catedral partió hacia Varsovia, donde se unió a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, y el 30 de abril de 1926, a la edad de 20 años, tomó el hábito.
3. Jesús le describió cómo debería verse la Divina Misericordia
Santa Faustina narró que la noche del domingo 22 de febrero de 1931, mientras se encontraba en su celda en Plock (Polonia), después de recuperarse parcialmente de la tuberculosis, Jesús apareció con una prenda blanca con un rayo rojo y uno pálido que emanaban de su corazón.
Según escribió en su diario, Jesús le dijo: "Pinta la imagen de acuerdo con la figura que ves, con la firma: 'Jesús, en Ti confío' [en polaco: 'Jezu, ufam Tobie']. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero. Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá".
4. Tuvo una visión del Infierno
En octubre de 1936, durante un retiro de ocho días, fue conducida por un ángel a lo que ella llamó los "abismos del Infierno", que describió en su diario como un lugar de "gran tortura" y "fuego que penetra en el alma sin destruirla –un sufrimiento terrible".
Este Infierno se llenó de tinieblas, y, a pesar de esa oscuridad, "los demonios y las almas condenadas se ven mutuamente y ven todos el mal de los demás y el suyo".
5. Se le mostraron diferentes niveles del Infierno
Según Paul Kengor, profesor de ciencias políticas en Grove City College y colaborador del National Catholic Register, Santa Faustina "observó secciones del Infierno como Dante reservadas para agonías específicas ganadas en este mundo".
"Hay cavernas y pozos de tortura donde una forma de agonía difiere de otra", anotó Faustina en su diario.
"Existen tormentos especiales destinados para almas en particular. Estos son los tormentos de los sentidos. Cada alma pasa por sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con el tipo de pecado que ha cometido", agregó.
6. La mayoría de los condenados no creyeron en el Infierno
Santa Faustina señaló que lo que describía era simplemente "una sombra pálida de las cosas que vi. Pero noté una cosa: que la mayoría de las almas que están allí son de aquellos que se han negado a creer que existe un Infierno".
Ella testificó en su diario: "Yo, la Hermana Faustina, por orden de Dios, he visitado los abismos del Infierno, para poder hablar a las almas sobre esto y para poder dar testimonio de su existencia".
7. Su visión estaba destinada a salvar almas
Kengor resaltó que "a pesar de lo aterradoras que son, (estas visiones) también reflejan una urgencia positiva de misericordia. A través de estas visiones y sus mensajeros, Dios nos está dando otra oportunidad. Se nos advierte que debemos ponernos en orden, para dejar de pecar y buscar la conversión y la redención, antes de que sea demasiado tarde".
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.