Cuatro policías del estado de Michigan (Estados Unidos), irán a juicio por arrestar injustamente a una mujer provida, bajo la falsa acusación de llevar una bomba a un centro de abortos.
Casi dos años atrás, el 27 de agosto de 2016, Kimberly Thames, veterana de la Marina estadounidense, rezaba junto a una religiosa frente a una clínica de abortos en Westland, cuando fue abordada por los policías bajo la falsa acusación de intentar detonar una bomba.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Lo único que llevaba consigo Kimberly era un cartel provida y su rosario.
Según recoge el sitio web LifeNews, la mujer pasó 49 horas detenida en la cárcel de la ciudad, solo por la palabras de un vigilante de la clínica de abortos que sin pruebas la acusó de llevar una bomba.
Un detective policial encontró que no había sustento para la acusación y la detención, y Kimberly finalmente pudo salir de la cárcel.
La mujer entabló un juicio contra la ciudad y los cuatro policías por violación de su derecho a la libre expresión y libre ejercicio de la religión, protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, entre otros delitos.
El juez George Caram Steeh determinó el 20 de abril de este año que el caso merece ser presentado ante un jurado en un juicio.
El abogado Tom Brejcha, de la Thomas More Society, consideró la decisión del juez una victoria para todos los provida que han sido acosados por su oposición al aborto, y destacó que "Kimberly Thames ha sido una pacífica testigo de la santidad de la vida humana. Ella ha rezado por mujeres atadas al aborto y por sus niños".
"Ella ha rezado por aquellos que trabajan en la clínica de abortos, incluyendo aquellos que la han acusado falsamente".
"Es delator que los policías que respondieron a la supuesta 'amenaza de bomba' no tomaron acción para evacuar el edificio, revisarlo, o al estacionamiento, el basurero o los vehículos, por una bomba u otras armas", destacó.
En vez de realizar ese trabajo, que habría sido el apropiado para una supuesta amenaza de este tipo, los policías "simplemente arrestaron a nuestra cliente, privándola de su derecho a expresar su opinión".
Para Brejcha, lo correcto es que los policías que detuvieron injustamente a Kimberly Thames asuman su responsabilidad "por su abuso de la ley". "Esperamos el juicio", aseguró.