El exfutbolista Santiago Cañizares perdió a su hijo Santi de 5 años el pasado mes de marzo. En una entrevista concedida junto con su esposa a la revista Hola, el que fue portero del Real Madrid y del Valencia, entre otros, aseguró que la fe y su familia han sido cruciales y que a pesar del dolor de la pérdida están serenos y optimistas porque "sabemos que él ha sido un elegido" porque "es hijo de Dios".
"El poso que te deja todo esto es entender que esto no es un castigo de nadie sino que tiene que tener un sentido", asegura Cañizares.
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En ese sentido, aseguró a quienes tienen un hijo enfermo o fallecido que "es imposible que nadie castigue de esta forma. Lo que pasa es que hay determinados niños que su lugar no está en este mundo, quizás porque son demasiado buenos, y este mundo está con algún problema y situación que ellos no merecen estar aquí sino en un mundo mucho mejor".
Una fortaleza que el guardameta asegura que ha sacado "de la fe y no creer que es un castigo de Dios".
El pequeño Santiago falleció el pasado 25 de marzo después de luchar durante dos años contra un cáncer.
Mi hijo Santi ha fallecido.
- SANTIAGO CAÑIZARES (@santicanizares) 23 de marzo de 2018
Creo que he de ser yo quien os lo cuente, en agradecimiento por todas las muestras de apoyo y cariño que he recibido de vosotros.
Se ha marchado rodeado de paz, y habiendo comprendido su misión en estos cinco años que nos ha acompañado.#santicampeon
"Estamos muy orgullosos de él. Y claro que lo echamos mucho de menos y nos gustaría tenerlo con nosotros, pero estamos super contentos porque sabemos que está en un lugar de privilegio, y por eso a pesar de tener el dolor grandísimo que es la pérdida de un hijo, respiramos serenidad y optimismo porque sabemos que él ha sido un elegido", asegura el exfutbolista.
En ese sentido, recuerda una frase que repite con frecuencia a su mujer: "Crees que es hijo tuyo, porque ha nacido de tu vientre, pero en realidad es hijo de Dios".
"Es entender que los niños que pasan por esto son hijos de Dios, los más cercanos y los más próximos, y seguro que tienen un lugar reservado cerca de Dios en un mundo mucho mejor de lo que están viviendo", subraya.
"Si no tienes esa fe, lo llevas mucho peor. Nosotros la tenemos, por suerte y por vocación, desde siempre la tenemos y eso nos deja mucho más tranquilos", añadió.
También insiste en la importancia de "tener una familia bien avenida, con mucho amor, y si tienes la suerte de que sea numerosa, mejor, porque el hecho de que haya niños en casa es una gasolina fundamental".
En el vídeo entrevista de la revista Hola, Cañizares afirma que tanto Mayte, su esposa, como él comprendieron que "la misión de Santi era una misión de aprendizaje. Él era un sabio, él vino a mostrarnos muchas cosas, a mandarnos muchos mensajes, a que entendiéramos cosas que pasarán desapercibidas, a que valoráramos cada instante de nuestra vida, que tuviéramos más corazón, menos disputas menos situaciones tensas".
Dijo que a pesar de su enfermedad y de tener solo 5 años, "él ha unido a miembros de la familia que estaban más dispersos, más ariscos. Los ha unido con su presencia, con su enfermedad y con su desenlace".
Por su parte, Mayte García, esposa de Santiago Cañizares, explica en el vídeo que el inicio de la enfermedad de su hijo fue especialmente dura e incluso no era capaz de entrar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en donde se encontraba el pequeño.
"Me costó casi 48 horas entrar en la UCI a verlo, me tuvieron que meter dos médicos en volandas porque no era capaz de ir a ver a mi hijo metido en la UCI", asegura, y precisa que "él me iba dando señales para que tuviera esperanza y no me viniera abajo. Desde ese momento entendí que tenía que luchar e iba ir a por todas".
"Dije: Si él ha tenido la oportunidad de morirse en una operación con 2 infartos cerebrales, yo como madre voy a luchar por él hasta el final", expresó.
Asegura que quiere contar su historia porque a ella le hubiera gustado "que alguien me dijera 'tranquila'".
Además subraya que durante el tratamiento del pequeño, a pesar de ser muy conscientes de que podía curarse o no, nunca se centraron en el lado negativo porque "si estás ahí es por algo. Para que se salve o al menos para que se encuentre lo mejor que pueda y para que sonriera cada día", y afirma que en el último momento el pequeño Santi "se fue con una sonrisa de sus padres en la boca".