Tras la histórica reunión de los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur, que tuvo lugar el 27 de abril, el Obispo de Daejeon, Mons. Lazzaro You Heung-sik, encomendó la protección de la paz entre ambas naciones a la Virgen María y a los mártires coreanos.
En declaraciones a la agencia vaticana Fides, el también Presidente de la Comisión Episcopal para la sociedad, expresó que se emocionó cuando vio el encuentro del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in; y del líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un; en Panmunjom, una zona desmilitarizada entre ambos países.
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"Me he emocionado al ver en la televisión a los dos líderes reunidos. Luego he recitado una oración, dando gracias a Dios y dando mi bendición. Estoy muy feliz porque se abre una nueva era: podemos decir que Dios hace obras maravillosas y sorprendentes", comentó el Prelado de Corea del Sur
Destacó que "hoy en Corea se respira un aire de gran optimismo y esperanza. Lo que parecía imposible hace solo unos meses, cuando hablábamos sobre la guerra, hoy se ha realizado. Hoy decimos al Señor: completa tu obra. Somos hermanos: como coreanos somos un pueblo".
En ese sentido, Mons. You Heung-sik afirmó que este encuentro entre los máximos líderes de ambas naciones, el primero después de once años, "se debe atribuir al presidente Moon, católico, que ha creído en esto y ha trabajado arduamente para obtener este resultado".
Por ello, el Obispo de Daejeon manifestó que "he invocado la protección de la Virgen María y de los mártires coreanos: a ellos les confiamos el futuro de este viaje hacia la paz y la reconciliación, por el bien del pueblo coreano y de toda la humanidad".
"Ahora esperamos tener la oportunidad de ayudar a los norcoreanos que sufren pobreza y hambre", prosiguió, y dijo a Fides que los objetivos del desarme nuclear y la firma de un verdadero tratado de paz "no solo son posibles, sino realmente necesarios: son el camino y el fruto adecuado después de esta cumbre".
Sin embargo, afirmó que para que haya paz en la región también se "requiere la voluntad política de actores como China y Estados Unidos".
"Los católicos en Corea han vivido este evento en oración y continuarán acompañando el camino del diálogo y la paz con la oración, promoviendo iniciativas de intercambio y cooperación con el Norte, para ayudar a crear una auténtica reconciliación y fraternidad", señaló Mons. You Heung-sik.
Durante el rezo del Regina Coeli en el Vaticano este domingo 29 de abril, el Papa Francisco expresó sus oraciones "para que la esperanza de un futuro de paz y una amistad más fraterna no sean defraudadas y para que la colaboración pueda seguir dando buenos frutos para el amado pueblo coreano y para el mundo entero".
El Santo Padre también elogió "el valiente compromiso asumido por los líderes de las dos partes para realizar un camino de diálogo sincero por una península coreana libre de armas nucleares".
Al final de la cumbre, Moon Jae-in y Kim Jong-un firmaron la Declaración de Panmunjom que confirma "el objetivo común de obtener, a través de una desnuclearización total, una península coreana no nuclear".
Ambos mandatarios se comprometieron a terminar con las tensiones mantenidas desde el armisticio de 1953 que detuvo los enfrentamientos bélicos entre los dos países, pero que no consistió en un acuerdo de paz.
"Corea del Sur y Corea del Norte acuerdan buscar activamente encuentros trilaterales que impliquen" a las dos países y a Estados Unidos, o cuatripartitos que incluyan a China, "con vistas a declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido", señalaron en la declaración.