El Arzobispo de Managua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Cardenal Leopoldo Brenes, explicó el papel que asumirá la Iglesia en el diálogo entre manifestantes y el Gobierno del país, y advirtió que si no hay voluntad de ambas partes, se retirarán.

"Después de unas semanas de estar participando en el diálogo, vamos a evaluar los resultados y, si nosotros vemos que no hay voluntad de una u otra parte, nos retiramos del diálogo", aseguró el Cardenal Brenes al diario costarricense La Nación.

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"Si vemos que no existen las medidas, o si se está alargando el tiempo, los obispos de la Conferencia Episcopal lo hablaríamos y tomaríamos la decisión necesaria. Vamos a ser honestos y responsables", aseguró.

En las últimas dos semanas, Nicaragua ha vivido una escalada de violencia que ha cobrado la vida de más de 60 personas y múltiples heridos, en medio de masivas manifestaciones.

La crisis social comenzó luego que el 18 de abril, el Gobierno del presidente Daniel Ortega anunciara un aumento del aporte de los trabajadores y empleadores al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), sumido en una grave crisis económica.

Además, los pensionados por vejez, invalidez e incapacidad tendrían que aportar un 5% al INSS.

Las protestas en las calles, a las que el Gobierno respondió con violenta represión, llevaron a Ortega a suspender el aumento de los aportes. Pero el malestar social no ha cesado.

El Gobierno aceptó establecer un diálogo con los manifestantes de diversos gremios sociales, y propuso a la Iglesia como una de las instituciones mediadoras.

"Cuando el presidente nos hace la solicitud, nos reunimos los obispos de la Conferencia Episcopal para evaluar si aceptábamos o no participar en las conversaciones", explicó el Cardenal Brenes. Precisó que los prelados aceptaron "participar en el diálogo, en el carácter de medidores y testigos".

"El equipo que va es delegado de la Conferencia Episcopal y, si el día de mañana la Conferencia Episcopal dice que se retira, pues nos retiramos todos. Aquí no hay individualidades, no voy como Leopoldo Brenes, vamos como Conferencia Episcopal", dijo.

Para el Arzobispo de Managua, más allá de cualquier desconfianza frente al Gobierno, "todo esfuerzo hay que hacerlo, como obispos somos hombres de esperanza".

"A veces da la impresión de que estamos en un túnel y que no le vemos salida, pero creo que si comenzamos a caminar, en el fondo hay una pequeña hendija. Es importante que hagamos un esfuerzo, hasta donde podamos llegar".

Explicó que los temas del diálogo ya no estarán limitados a la crisis de INSS, pues "hemos dicho que tengamos temas abiertos y, aquellos a los que se le puedan ir dando soluciones, pues se le van dando soluciones".

"Primero se proponía el tema solo del seguro social, pero todo esto ha cambiado la historia en Nicaragua. Nosotros, los obispos, hemos dicho que en este sentido se tomen todos los temas posibles que se puedan tratar", señaló.