Una multitudinaria peregrinación por la paz y la consagración de Nicaragua al Inmaculado Corazón de María tuvo lugar ayer sábado 28 en Managua, donde también se pidió por las decenas de muertos que dejó la violencia que sacudió el país hace unos días.
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Portando rosarios y banderas de Nicaragua, los miles de fieles partieron desde el Colegio Teresiano hasta el atrio de la Catedral de Managua, donde el Arzobispo local, Cardenal Leopoldo Brenes, realizó la liturgia de la Palabra. La consagración estuvo a cargo del Obispo Auxiliar, Mons. Silvio Báez.
"A ti, Virgen Purísima, a tus manos maternales y tu corazón inmaculado consagramos esta tarde nuestro país. A ti, Madre Santísima, consagramos nuestras familias, nuestras comunidades y nuestras instituciones", expresaron obispos, sacerdotes y fieles.
"Que Nicaragua, tu pueblo amado –añadieron–, sea capaz de encontrar caminos de tolerancia y de comunión, de fraternidad y de paz. Que los nicaragüenses podamos construir un futuro digno para todos, en donde la diversidad sea una riqueza y en donde podamos construir la paz como fruto de la justicia".
La Arquidiócesis de Managua informó en su cuenta de Facebook que previo a la liturgia se rezó el Rosario "y se pidió por todos los muertos a causa de la violencia que vivió nuestro país en los últimos días, así mismo por las madres de los difuntos para que Dios les dé la fortaleza, por los heridos durante los enfrentamientos".
También se pidió "la intercesión de la Virgen por todos los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y la delegación que participará en el diálogo nacional" convocado por el Gobierno de Daniel Ortega luego de las protestas ocurridas hace unos días.
Desde el 18 hasta el 22 de abril, Managua y otras ciudades fueron escenario de las protestas contra las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El Gobierno había aumentado los aportes de los trabajadores, empleados y jubilados al seguro social. Luego de casi cinco días de protestas, Ortega dio marcha atrás y derogó el decreto. Sin embargo, el intento de reforma y la violenta represión han hecho que se pida la renuncia del régimen.
Según informó ayer el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, la represión dejó unos 42 muertos.
Ortega es presidente de Nicaragua desde 2007. En las elecciones de noviembre de 2016 fue elegido por tercera vez consecutiva. Su esposa Rosario Murillo es la vicepresidenta. Sin embargo, la oposición denunció que hubo fraude en los comicios.