"El dolor es muy grande", expresó el Obispo Auxiliar de Managua (Nicaragua), Mons. Silvio Báez, al recordar a los jóvenes que murieron la semana pasada durante la represión del Gobierno contra los miles de manifestantes que rechazaban las reformas del Seguro Social.
Durante una entrevista difundida en las redes sociales, el Prelado hizo el esfuerzo por contener las lágrimas cada vez que se refirió a los jóvenes muertos. Según informó el viernes la Comisión Permanente de Derechos Humanos la cifra de víctimas mortales llegó a 58, mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos dijo a CNN que los fallecidos eran 42.
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"He llorado porque han muerto tantos jóvenes, sin necesidad y en modo injusto, y con una crueldad sin límite. He llorado porque muchos han sido torturados de una manera inhumana", manifestó Mons. Báez.
El Obispo, que en su cuenta de Twitter estuvo denunciando la represión, denunció que "tres jóvenes de nuestra pastoral juvenil" fueron torturados en la cárcel. "Les arrancaron las uñas de las manos. Las historias son terribles y nuestra juventud no merece eso", expresó.
Desde el 18 hasta el 22 de abril, Managua y otras ciudades fueron escenario de las protestas contra las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El Gobierno había aumentado los aportes de los trabajadores, empleados y jubilados al seguro social. Luego de casi cinco días de protestas, el presidente Daniel Ortega dio marcha atrás y derogó el decreto. Sin embargo, el intento de reforma y la violenta represión han hecho que se pida la renuncia del régimen.
La noche del viernes 27 se anunció la renuncia de la jefa de la Policía Nacional, Aminta Granera, criticada por el manejo de la crisis y la represión ordenada contra los miles de manifestantes.
Ortega es presidente de Nicaragua desde 2007. En las elecciones de noviembre de 2016 fue elegido por tercera vez consecutiva. Sin embargo, la oposición denunció que hubo fraude en los comicios del año pasado.
Durante la entrevista, Mons. Baez se refirió al diálogo convocado por el Gobierno el 22 de abril y en el que la Conferencia Episcopal de Nicaragua participará como mediadora.
Los obispos "estamos luchando por encontrar una salida pacífica, evitar más derramamiento de sangre", por ello "como Conferencia Episcopal hemos aceptado el riesgo del diálogo". El Obispo Auxiliar reconoció que es algo difícil, "pero confiamos en Dios de que sea posible y que sea la salida para poder encontrar un camino de democratización de este país".
Por ello, exhortó a la población a no dejarse paralizar por el sentimiento de odio y de venganza; y aseguró que los obispos "no seremos manipulados por nadie y que estaremos siempre al lado de la causa de nuestro pueblo".
"Todavía no hay fecha para el diálogo porque apresurarlo y hacerlo de cualquier manera va a llevar al fracaso inmediato", indicó Mons. Baez.
Indicó que el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, encabeza la comisión y que se está trabajando para hallar "el mejor momento, la mejor manera y el mejor lugar. Estamos convocando a las personas que creemos deben de estar presentes" en el diálogo.
Finalmente, el Obispo transmitió palabras de consuelo para las familias de las víctimas, en especial para las madres. "Acuérdense que ellos ya viven en el corazón de Dios", expresó.