El narcotráfico, la descomposición social, la corrupción y la desintegración familiar se encuentran en la raíz de la violencia en México, de acuerdo al P. Manuel Corral, responsable de las Relaciones Iglesia-Estado de la Arquidiócesis Primada de México.
En declaraciones a Vatican News, el P. Corral señaló que el narcotráfico es "un cáncer que se ha extendido a nivel nacional y que compra voluntades, con el dinero que roban de secuestros, con el dinero del mismo tráfico de drogas".
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"Por otro lado hay una descomposición social muy grande: está el individualismo - secularismo exacerbado en donde todo está centrado en el hombre, y en donde por cualquier cosa que me perjudique o que no vaya de acuerdo con los intereses que yo tengo, pues, denigro, pataleo y exijo derechos que no me corresponden".
Además, lamentó el sacerdote mexicano, "no se atiende como antes a las necesidades concretas que tenía la familia".
"La misma desintegración familiar que vivimos tan fuertemente en México contribuye a estos procesos violentos que se viven en la sociedad, como por ejemplo las amenazas de los muchachos de la escuela a los maestros".
"No hay respeto al estado de derecho y esto va generando estos deterioros, lo que sumado a la falta de valores, hacen que la persona hoy no valga nada y se la pueda matar por 20 dólares", denunció.
Pero para el P. Corral, "el mal endémico de México es la corrupción".
"Tenemos leyes muy buenas, pero no se aplican. La ausencia del estado de derecho se da por muchas razones, la mayor de ellas es la corrupción. Porque si tú tienes dinero, puedes comprar la voluntad de los jueces".
El sacerdote explicó que la labor pastoral de la Iglesia en México, a puertas de las elecciones presidenciales del 1 de julio, "es informar a la gente y orientarles al voto razonado: que la gente piense por quién tiene que votar, orientados hacia quienes defienden los valores de la familia, del matrimonio heterosexual, aquellos que defienden la vida".
"Y esto no solo en relación a los candidatos a la presidencia, sino también en relación a los diputados y senadores".
El P. Corral señaló que esto "es lo que estamos inculcando dentro de lo que la ley nos permite, porque tenemos una ley bastante restringida, a saber, el ministro de culto no puede, y menos desde el púlpito, hablar de estos temas. A nivel privado y a nivel personal lo puede hacer, pero no como ministro de culto".
"Sin embargo nuestros laicos, muy preparados, lo pueden hacer sin ningún empacho y de hecho lo están haciendo, en favor de quienes defienden la vida, en favor de quienes defienden el matrimonio entre hombre y mujer y los temas que la Iglesia maneja desde siempre", aseguró.
