Líderes cristianos y musulmanes de Pakistán se unieron este 18 de abril para exigir al Gobierno que brinde seguridad "a cada ciudadano sin distinción alguna", ante los recientes ataques contra las minorías religiosas en las ciudades de Quetta y Shahdara.
Según informó la agencia vaticana Fides, en la reunión celebrada en la ciudad de Lahore entre la Comisión Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal y la organización United Religions Initiative (URI), los representantes de ambas religiones expresaron su deseo de trabajar juntos por la paz y armonía en el país.
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El responsable de la URI-Pakistán, P. James Channan recordó que el 15 de abril unos desconocidos perpetraron un tiroteo en el barrio cristiano de Essa Nagri en Quetta y en Shahdara se lanzó una bomba molotov contra un templo evangélico.
"Vivimos en un ambiente muy tenso: los terroristas están destruyendo la paz y los cristianos viven en un estado permanente de miedo. Como cristianos y musulmanes pedimos justicia para las víctimas, seguridad para los cristianos pobres y vulnerables y una compensación para las familias afectadas. Hacemos un llamamiento al Tribunal Supremo de Pakistán para que se pronuncie sobre los asesinatos selectivos de cristianos inocentes en Quetta", expresó.
El P. Channan denunció que la "policía es reacia al escribir el Reporte de Primera Información contra los culpables" de actos vandálicos contra las minorías religiosas.
En ese sentido, el secretario de la Comisión Nacional de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal, P. Francis Nadeem, indicó a Fides que "es responsabilidad del Estado brindar seguridad a cada ciudadano sin distinción alguna. Queremos seguridad para nuestros hogares, iglesias y escuelas. El Gobierno de Pakistán debe tomar medidas inmediatas para proteger a los cristianos".
Por su parte, el mufti Ashiq Hussain condenó "el asesinato injusto y brutal de nuestros hermanos y hermanas cristianos en Quetta. Pido al Gobierno de Pakistán que les brinde apoyo moral y financiero".
"Los cristianos asesinados en Quetta son mártires de la paz y su sacrificio traerá un cambio positivo en nuestra sociedad. Nosotros, líderes musulmanes, aseguramos que cada vez que haya que invocar y trabajar por la paz, estaremos presentes y apoyaremos plenamente todos los esfuerzos en esta dirección", indicó.
Allama Asim Makhdoom, otro líder musulmán, manifestó que "debemos mostrar valor y pasión para desactivar los proyectos de los terroristas contra la paz".
"Los musulmanes y los cristianos somos hermanos y continuaremos aportando nuestra contribución a la paz y a la armonía entre confesiones", destacó.