"Creo que es una falta, a mi manera de ver, muy grave, que se haya engañado al Santo Padre" en el caso Mons. Juan Barros, señaló el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, sobre la "falta de información veraz y equilibrada" que recibió el Pontífice sobre las denuncias de posible encubrimiento de abusos sexuales.
Recalcó que "personalmente no sé quiénes, cuántos, cómo han informado al Santo Padre, solamente puedo decir lo que hemos informado personalmente y también como Conferencia Episcopal al Santo Padre, y le puedo asegurar que no hemos engañado al Santo Padre".
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En su carta firmada el 8 de abril, el Santo Padre convocó a los obispos de Chile a una reunión en Roma para tratar el informe elaborado por Mons. Charles Scicluna, luego de escuchar los testimonios que acusan a Mons. Barros, Obispo de Osorno, de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
En la misiva el Papa admitió que cometió "graves equivocaciones de valoración especialmente por falta de información veraz y equilibrada", y pidió "perdón a todos aquellos a los que ofendí".
A esta acusación se refirió el Cardenal Ezzati en una conferencia de prensa el jueves 19 de abril, luego de concluir la Asamblea Extraordinaria del Clero de Santiago llevada a cabo en la sede arzobispal con la participación de más de 400 sacerdotes, para profundizar sobre la carta del Papa.
El Arzobispo de Santiago señaló que "lo que pensamos los obispos (es) que la información que el Papa ha recibido tiene que ser una información que viene de muchas fuentes", y que "el Papa no lo dice (pero) creo que es una falta, a mi manera de ver, muy grave, que se haya engañado al Santo Padre".
"Que alguien haya pretendido engañar al Santo Padre, y me parece a mí que desde lo más hondo de nuestra conciencia y de mi conciencia, que quienes han cometido esta falta grave necesitan reconocerla, arrepentirse y reparar el mal hecho, si es que lo han cometido", agregó.
El Cardenal Ezzati mencionó que "lo más grave, sea una víctima o varias, es que se prive de la inocencia a una persona. Tengo plena conciencia de que hemos acudido a Roma y hemos sido escuchados por el Santo Padre".
En relación a las posibles renuncias de obispos que puedan surgir en el encuentro con el Papa en mayo, el Arzobispo de Santiago sostuvo que eso "depende solo del Santo Padre".
Respecto a si Mons. Juan Barros debe renunciar, el Arzobispo señaló que "a mi juicio, sin duda alguna. Por el bien del Pueblo de Dios. Yo no soy juez para decir si él encubrió o no, pero el bien del Pueblo de Dios pide de parte de él la disponibilidad, como por el bien del Pueblo de Dios, si me lo pide a mí también debiera estar dispuesto a eso".
"Yo he expresado mi parecer al Santo Padre oportunamente y él ha tomado la decisión que ha tomado", sostuvo.
El Cardenal expresó que "nos parece honesto y bueno que el Santo Padre pueda abrir su corazón y corregir a los hijos que han fallado", y agregó que "el abuso, lo hemos dicho siempre, aunque haya sido uno solo, siempre reviste una máxima gravedad".
Finalmente, sobre el encuentro que sostendrán con el Pontífice en mayo, expresó que "el Papa nos invita a buscar junto con él las medidas para reparar el mal cometido y para mirar el futuro con todos los medios necesarios para que a través de la prevención, de todos los mecanismos, se puedan evitar estos daños".
Encuentro del Clero de Santiago
El Cardenal Ezzati explicó que el encuentro con los sacerdotes fue un espacio de diálogo en el que "hemos podido escuchar el dolor de hermanos sacerdotes y también la rabia que muchos sienten, y nos hemos invitado mutuamente a ayudarnos fraternalmente y a enfrentar con soluciones concretas esta situación".
Por su parte, el Vicario del Clero, Mons. Galo Fernández, explicó que la asamblea extraordinaria del clero fue una "reunión transparente, de diálogo honesto entre los sacerdotes".
Señaló que "hay muchas materias que ya están en camino, como el programa de prevención de abusos en las parroquias, pero al mismo tiempo entre los sacerdotes prima mucho la conciencia de que no es solo el tema del abuso sexual sino también transformar, de una conversión interior, el modo de ejercer la autoridad de la Iglesia".
"Ciertamente que lo que hemos conversado ahora inmediatamente no hay un programa elaborado, pero creo que hay muchos elementos que nos ayuda a favorecer una manera distinta de ejercer la autoridad sacerdotal", sostuvo Mons. Galo.