Durante la Misa inaugural del VI Encuentro de Movimientos y Asociaciones Laicales, el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, manifestó que la Iglesia local necesita dejarse conducir por el Espíritu Santo "en medio de las dificultades, de las tempestades y de la crítica".
A través de los pasajes bíblicos, el purpurado reflexionó sobre la situación actual por la que atraviesa la Iglesia local debido a los distintos casos de abuso sexual cometidos por algunos miembros.
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En el encuentro, realizado en Santiago de Chile el 13 de abril, el Cardenal Ezzati manifestó que al igual que los apóstoles que se dejaron guiar por "la acción del Espíritu Santo, que suscita la predicación y los milagros en un contexto de murmuraciones, de dificultades, de persecuciones" la Iglesia necesita "juntarse a discernir y decidir cuáles son los caminos nuevos que el Espíritu le sugiere a su Iglesia".
"Tenemos que avergonzarnos de nuestro pecado, tenemos que pedir perdón de nuestra fragilidad, a veces de nuestra falta de presencia vigorosa, audaz, que anuncia y realiza el misterio de la presencia salvadora de Dios, pero no tenemos que sumirnos en el miedo", agregó.
El purpurado llamó a tener confianza "en la presencia redentora de Cristo, porque solo Él es el que nos ofrece y hace posible que la vida de la Iglesia sea una vida testigo y, al mismo tiempo, anuncio de su salvación".
Mons. Jorge Concha, Obispo Auxiliar de Santiago de Chile y encargado de los movimientos y asociaciones laicales, indicó a su turno que la carta del Papa a la Conferencia Episcopal los obispos la vivieron intensamente.
"Nos remeció a todos y fue acogida con espíritu de fe", aseguró, y luego llamó a vivir estas realidades con mucha esperanza.
La jornada contó con la participación de unas 300 personas y llevó por lema "El corazón de la Iglesia es joven", para destacar la presencia y el aporte de los jóvenes camino a la realización del X Sínodo arquidiocesano.
Además de compartir experiencias, alegrías y desafíos desde los diversos carismas; los presentes reflexionaron sobre la relación, interpretación y acciones concretas que pueden mejorar la vinculación entre la juventud y los adultos en el ámbito eclesial.