"Habemus papam" (Tenemos papa) es el anuncio en latín con que el Cardenal Jorge Medina Estévez presentó al entonces Cardenal Joseph Ratzinger como Papa de la Iglesia Católica, el 19 de abril de 2005. ¿Cómo vivieron estos amigos los minutos previos al histórico momento?
"En ese momento yo era el protodiácono, es decir, al diácono de más antigüedad, y según las reglas de la Curia romana, a él le corresponde anunciar la elección del Papa, como también otros actos dentro del cónclave", explicó el Cardenal Medina a ACI Prensa.
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El Cardenal Medina, Prefecto Emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, vio en este anuncio un motivo de mayor alegría, porque "con el Cardenal Ratzinger nos unía una muy vieja amistad. Nos conocimos el año 1962".
"Siempre tuve hacia él una mezcla de dos sentimientos: de profunda admiración y por otra parte de muy sincera amistad", expresó el cardenal chileno de 91 años, sólo cuatro meses mayor que el Papa Emérito Benedicto XVI.
Una vez que se logró la elección del Pontífice, el Cardenal Medina recordó que "hubo un aplauso en el cónclave. Después, yo leí al Papa y a todos los cardenales el texto de san Mateo, cuando Jesús le entrega la autoridad a San Pedro, y después inmediatamente me acompañó un maestro de ceremonia al balcón para hacer el anuncio".
"A mí me parecía que el anuncio era muy 'frío', entonces le dije al maestro de ceremonia: 'yo quiero hacerlo un poquito más cálido, quiero hacerlo en varios idiomas'. El maestro titubeó un poco pero después me dijo: 'mire, en estos momentos el que manda es usted'. Entonces yo hice el anuncio en inglés, en alemán, en francés, en castellano y en italiano", recordó.
Lo último que hizo el Cardenal Medina antes de salir al balcón fue colocarle el palio papal al que desde ese momento tomó el nombre de Benedicto XVI. Un momento que recuerda conmovido.
"Yo me alegré mucho. Tras colocarle el palio le dije en francés - porque hablábamos siempre en francés - '¿Quién se habría imaginado que nos íbamos a encontrar en esto?', y él me contestó con dos palabras, me dijo: 'querido amigo'".
El cardenal comentó a ACI Prensa que "hasta el día de hoy, cada vez que él me escribe me dice 'querido amigo', porque fuimos realmente amigos".
"Cuando cumplimos 40 años de que nos habíamos conocido yo le ofrecí un almuerzo en mi casa cuando vivía en Roma. El Papa Benedicto tiene una memoria increíble, nunca se olvidó del postre", recordó.
Días después de esa comida, "el Papa se encontró con una de las monjitas que atendían mi casa y le preguntó '¿Cómo era ese postre tan rico que usted nos ofreció?'. No me acuerdo qué postre era, porque yo no soy muy dedicado a eso, pero a Benedicto le gustan los postres. Es dulcero".
El Cardenal Medina acogió el pontificado de Benedicto XVI con "mucha alegría" y su renuncia 8 años después con "una actitud de comprensión". Hasta hoy siguen en contacto mediante cartas que vuelan desde la casa del cardenal en Santiago de Chile hasta la casa del Papa Emérito en el Vaticano.