Los patriarcas de las Iglesias en Siria condenaron el ataque lanzado ayer por Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra las ciudades de Damasco y Homs, y señalaron que se trató de una "brutal agresión" que viola las leyes internacionales y socava el trabajo de la comisión que debía aclarar si el Gobierno sirio usó armas químicas contra la ciudad de Duma.
Ayer viernes en la noche el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció "ataques de precisión a blancos asociados con la capacidad de armas químicas del dictador Bashar al Assad".
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Trump dijo que el ataque era una represalia por el supuesto uso de armas químicas contra la población de Duma, en el ataque del ejército sirio del 7 de abril contra el que sería el último bastión del grupo armado Yaish al Islam, cerca de Damasco.
Citando fuentes locales, la prensa internacional dijo que unas 40 personas murieron por "exposición a un agente químico". Sin embargo, el Gobierno sirio niega el uso de químicos y acusa a los grupos armados de hacer un "montaje".
El ataque de Estados Unidos y sus aliados ocurrió un día antes de que un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) iniciará su investigación para aclarar si Bashar Al Assad usó armas químicas en Duma.
En una declaración publicada en el sitio web del Patriarcado Sirio Ortodoxo de Antioquía, el Patriarca Ortodoxo Griego de Antioquía y todo el Oriente, John X; el Patriarca Ortodoxo Sirio de Antioquía y todo el Oriente, Ignatius Aphrem II; y el Patriarca Greco Melquita Católico de Antioquía, Alejandría y Jerusalén, Joseph Absi, condenaron "la brutal agresión" ocurrida en la madrugada del sábado en Siria.
Indicaron que el ataque viola las leyes internacionales y de la Carta de la ONU porque "es un asalto injustificado" de parte de "países poderosos a los que Siria no causó ningún daño de ninguna manera".
Los líderes religiosos también señalaron que la acusación contra el ejército sirio de usar armas químicas "no está justificada y no está respaldada por pruebas suficientes y claras". En ese sentido, advirtieron que el ataque "socava el trabajo" de la comisión internacional que debía aclarar el hecho ocurrido en Duma.
Además "esta brutal agresión destruye las posibilidades de una solución política pacífica y conduce a una escalada y más complicaciones", y "alienta a las organizaciones terroristas y les da impulso para continuar en su terrorismo", en referencia a los grupos armados –incluidas agrupaciones yihadistas– que quieren derrocar al Gobierno desde marzo de 2011.
Por ello llamaron al Consejo de Seguridad de la ONU a cumplir su papel de lograr la paz y no contribuir a una escalada de violencia.
Además exhortaron "a todas las iglesias en los países que participaron en la agresión, a cumplir con sus deberes cristianos, de acuerdo con las enseñanzas del Evangelio, y condenar esta agresión y llamar a sus gobiernos a comprometerse con la protección de la paz internacional".
Finalmente ofrecieron sus oraciones por "la liberación de Siria de todo tipo de guerras y terrorismo". "También rezamos por la paz en Siria y en todo el mundo", expresaron en su declaración.
Asimismo, mientras Rusia, que es aliado de Siria, condenó el ataque; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldó la acción de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, y dijo que "no podemos garantizar que no vaya a haber más bombardeos mientras haya gobiernos dispuestos a usar armas químicas".