Los católicos de África han expresado su preocupación por la promoción del aborto y del uso de anticonceptivos en nombre del desarrollo económico en el continente, sobre todo porque viene impulsada por organismos internacionales como la Comisión de las Naciones Unidas para la Población y Desarrollo.
Un documento difundido por la ONU en abril de 2017 afirma que "en muchas partes de África y Asia, se están incrementando los números de niños. Las políticas (…) para asegurar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva son críticas para lograr mayores reducciones en la mortalidad materna e infantil. Típicamente, tales políticas conducen también a una reducción en la tasa de natalidad".
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Según el documento, "en países donde el crecimiento en el número de niños y jóvenes se ha desacelerado recientemente, existe una oportunidad histórica para un crecimiento económico más rápido. Con una reducción sostenida de la tasa de natalidad, la población en edad de trabajar (de 25 a 64 años) puede seguir creciendo durante algunas décadas más, elevando temporalmente la proporción de trabajadores a dependientes".
Ante esta situación, la activista provida y Presidenta de Culture of Life Africa, Obianuju Ekeocha denunció en su libro "Objetivo África" que los líderes mundiales tienen una "obsesión única por reducir la tasa de fertilidad de las mujeres en el África subsahariana", ignorando el deseo de las mujeres de tener hijos.
La activista citó un reporte elaborado en el 2010 por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional que señala que "el número deseado de niños es alto entre la gente del oeste y el centro de África, alcanzando un rango de 4,8 en Ghana, de 9,1 en Níger y 9,2 en Chad, con un promedio de 6,1 niños en la región".
"A diferencia de lo que vemos en el mundo occidental desarrollado, en realidad hay un cumplimiento muy alto con la Humanae Vitae del Papa Pablo VI. Para estas mujeres africanas, con toda humildad, han escuchado, comprendido y aceptado las preciosas palabras del Papa profético", escribió Ekeocha en una carta abierta del 2012 a Melinda Gates, esposa de Bill Gates.
"Aún con un servicio médico deficiente en algunos lugares, las mujeres son valientes en el momento del embarazo. Y cuando el bebé llega, ellas con gracia y heroísmo se tornan al modo materno", señala el texto.
Según la reciente investigación de Ekeocha, a pesar de que en algunos países africanos existe una oposición moral al control de natalidad, más de 77 millones de píldoras anticonceptivas fueron donadas en el 2014 a las naciones de ese continente por parte de gobiernos y organizaciones occidentales.
"Las donaciones a los programas de población para África solían ser la porción más baja de la ayuda exterior del sector social, mucho más baja que la ayuda para educación, salud, agua, saneamiento, etc. Pero desde 2009, los fondos para el control de la población han aumentado antes que los fondos para todo lo demás", escribió Ekeocha en su libro.
Por su parte, en su intervención durante la conferencia por el 50° aniversario de la encíclica Humanae Vitae realizada el 5 de abril, la investigadora del Instituto Fe y Razón, Mary Eberstadt, afirmó que en África los cristianos "se inclinan hacia el tradicionalismo en la enseñanza moral".
"Según informó el Centro de Investigación Pew hace unos años, los africanos estaban entre quienes tenían una mayor oposición moral a la anticoncepción. Números sustanciales de personas en Kenia, Uganda y otros países subsaharianos, sean católicas o no, están de acuerdo en que la proposición de los anticonceptivos es inaceptable. En Ghana y Nigeria, más de la mitad de la población tiene esa postura", manifestó.
En ese sentido, la profesora Teresa Collet, de la Universidad de Santo Tomás, señaló en el evento que "durante los últimos seis años, los intelectuales y filántropos han realizado una promoción agresiva del control de natalidad como una respuesta moral a la variedad de problemas reales o percibidos del mundo".
"Occidente, especialmente Estados Unidos, Reino Unido y los países escandinavos, se han comprometido activamente con lo que se puede llamar 'colonización ideológica' alrededor del mundo para difundir una mentalidad anticonceptiva", denunció.
En su libro, Ekeoka señaló que en el 2017 el presidente Donald Trump reactivó la política de Ciudad de México, promulgada por Ronald Reagan y que establece que Estados Unidos no financiará ningún programa internacional que involucre el aborto forzado o el aborto en general.
Ekeoka escribió que "en sus intentos por legalizar el aborto en África, los defensores del aborto dicen que legalizar esta práctica es una manera de reducir los altos índices de mortalidad materna".
"No sabemos cuántas vidas podrían salvarse si una fracción de los miles de millones de dólares gastados por los donantes occidentales en anticoncepción y aborto en África se utilizaran para mejorar la calidad de la atención obstétrica", precisó.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.