Una nueva cirugía experimental en Reino Unido salvó a una madre y a su bebé de una muerte inminente.
El 28 de marzo Polly Marshall y su pequeño, Gus, sobrevivieron luego de que un equipo de 30 médicos y enfermeras trabajaran durante horas para salvar sus vidas, informó el Daily Mail.
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Polly, proveniente de Londres, desarrolló en el 2017 una afección dolorosa y potencialmente mortal llamada pseudoaneurisma, que causa hinchazón masiva de la arteria uterina.
Marshall pensaba que el dolor severo significaba que estaba en trabajo de parto, pero sus doctores en el Hospital St. George le dijeron que su vida y la de su bebé estaban en riesgo. Tenía 29 semanas de embarazo en ese momento.
En junio, el equipo quirúrgico de 30 miembros realizó una cirugía experimental para salvar sus vidas. Fue el primero de este tipo realizado en el Reino Unido, según el informe.
Acerca del informe médico, el Dr. Kevin Hayes, un obstetra y ginecólogo consultor que dirigió el equipo que diagnosticó la afección, dijo que era extremadamente raro que las mujeres desarrollaran pseudoaneurismas durante el embarazo.
Los expertos en anestesia, obstetricia y ginecología estaban disponibles en caso de que el bebé se angustiara y tuviera que ser entregado prematuramente.
Los cirujanos vasculares también estaban en el quirófano, con un equipo de 30 personas, en medio de temores de que el vaso sanguíneo principal se rompa, lo que habría significado un sangrado anómalo y mortal.
En la cirugía los médicos insertaron un tubo fino en un orificio del tamaño de un alfiler en su ingle, para alcanzar el aneurisma. Luego se insertaron bobinas de metal en la arteria que irriga la inflamación para detener el flujo sanguíneo.
La profesora Anna-Maria Belli, la consultora que llevó a cabo el procedimiento, dijo que estaban preocupados de que la cirugía acabe con la vida tanto de la madre como del bebé.
Sin embargo, la operación fue un éxito y tres meses después la señorita Marshall, que trabaja en tecnología financiera, dio a luz por cesárea.
Marshall llevó a su bebé por otras nueve semanas antes de dar a luz, según el informe, y dijo que Gus ahora tiene seis meses y está sano.
"Siempre estaré agradecido de que el problema haya sido identificado tan temprano", aseguró.
"Tales historias son hermosos recordatorios de que cuando los médicos tratan a una mujer embarazada, se están ocupando de dos vidas, no una. Y ambas vidas, como lo demuestra la historia de Marshalls, merecen ser salvadas", sostuvo el sitio de noticias provida Life News.