Mons. Vicente Guo Xijin, Obispo de Mindong (China), fue devuelto a su casa el 27 de marzo luego de permanecer un día detenido por la policía, que se lo había llevado la noche del lunes 26 junto al canciller de la diócesis.
Mons. Guo, de 59 años, es el Obispo de Mindong nombrado por la Santa Sede, pero que no es reconocido por el Gobierno. El régimen considera como obispo de esa diócesis a Mons. Zhan Silu, un prelado ilícito que está excomulgado.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Fuentes de Asia News afirman que Mons. Guo se habría negado a concelebrar con Mons. Zhan en la Misa Crismal del Jueves Santo, ya que este último está excomulgado.
También señalan que Mons. Guo habría sido llevado días atrás porque la comunidad clandestina de Mindong –que reúne a la mayoría de fieles y sacerdotes de la diócesis– había organizado una Misa Crismal anticipada. La policía habría detenido a Mons. Guo para impedir que la presidiera.
La liberación del Obispo se dio con la drástica restricción de no celebrar "cualquier misa en calidad de obispo, siendo que él no está reconocido como tal por el gobierno", señala Asia News.
La detención y liberación de Mons. Guo ocurre cuando las conversaciones entre China y el Vaticano estarían avanzadas para llegar a un acuerdo sobre la designación de obispos católicos en el país.
En este marco, varios obispos y comunidades clandestinas o subterráneas han sido tomadas como blancos de ataques y se les ha instado a inscribirse en la Asociación Patriótica Católica de China, reconocida por el Gobierno, cancelando su participación en la Iglesia clandestina fiel a la Santa Sede.
A principios de este mes, Mons. Julio Jia Zhiguo, Obispo de Zhengding, fue llevado por la policía el 6 y 7 de marzo para evitar que comente los diálogos entre China y el Vaticano con los periodistas extranjeros que se encontraban en Beijing cubriendo la Asamblea Nacional Popular.
En los últimos días, sacerdotes clandestinos de Heilongjiang, junto al Administrador Apostólico de Harbin, Mons. José Zhao, también fueron sancionados y detenidos brevemente por la policía.
En los últimos días el régimen chino decidió disolver la Oficina de Asuntos Religiosos y encargar sus funciones al "temido" Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés). Dos meses antes ya habían prohibido que las iglesias organicen campamentos y actividades cristianas para jóvenes.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
Sin embargo, desde la década de 1980 los nombramientos se dieron de forma conjunta pero el Gobierno chino siguió nombrando obispos sin la aprobación del Vaticano.
El resultado ha sido una cada vez más tensa relación entre la Asociación Católica Patriótica China (Iglesia "oficial" y leal al Gobierno); y la llamada Iglesia clandestina o subterránea que incluye a obispos legítimos y sacerdotes que permanecen fieles al Papa.
Sin embargo, como parte del acuerdo, que sería "inminente" según algunas fuentes, se espera que el Vaticano reconozca oficialmente a siete obispos que no están en comunión con Roma. Mons. Zhan Silu hace parte de este grupo.
El acuerdo sería similar al del Vaticano y Vietnam. En este la Santa Sede propone tres candidatos a obispo y el Gobierno escoge uno.