El P. Pedro Barrajón, doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana y Director del Instituto Sacerdos, dio algunas recomendaciones para saber cuándo un católico necesita de la ayuda de un exorcista y cómo proceder ante estas situaciones.
En declaraciones a ACI Prensa del 15 de marzo de 2018, el P. Barrajón señaló que "no es siempre fácil saber cuándo una persona necesita de un exorcista", pues "con frecuencia las personas dudan de lo que les pasa o lo atribuyen a otras causas".
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Explicó que "lo mismo puede suceder a la familia de la persona que necesita un exorcista, que no siempre comprende el fenómeno y quiere comprensiblemente aplicar soluciones naturales".
No obstante, el sacerdote precisó que lo primero que se debe hacer es descartar que no se trate de enfermedades mentales, y después "lo mejor es ir con un sacerdote de confianza".
"Cuando alguien, después de haber descartado que se trata de una enfermedad de tipo mental o psicológico, comienza seriamente a pensar que puede haber un influjo sobrenatural, lo mejor es ir con un sacerdote de confianza y contarle lo que le pasa", aconsejó.
El P. Barrajón indicó que "si el sacerdote ve que él mismo con los medios normales que posee la Iglesia no llega a solucionar el mal que aqueja a esta persona, entonces lo mejor es que le aconseje visitar a un exorcista".
"El exorcista suele tener la sensibilidad, dada por la práctica, de distinguir con relativa facilidad cuando se trata de una caso que necesite exorcismo o cuando sea sólo necesaria una oración de liberación", explicó.
"Entonces, si el exorcista lo juzga oportuno, de acuerdo con la persona necesitada, se realiza el exorcismo y podrían ser varias sesiones las que se tendrán que llevar a cabo antes de obtener la liberación, según el querer divino y la fe de las personas", agregó.
El peligro de negar la existencia del diablo
El director del Instituto Sacerdos advirtió que cuando se niega la existencia de los demonios "se corre el peligro de dejarle la puerta abierta [al diablo] para [que] su acción sea más poderosa y para que las personas no reconozcan su acción y no se puedan proteger adecuadamente".
"Es cierto que un racionalismo difundido ha hecho que para muchas personas el demonio no sea para ellos un personaje existente. Incluso la misma teología por algunos años mantuvo una posición distante y algunos teólogos se mostraron escépticos sobre la necesidad de exorcismos", explica.
Sin embargo, el P. Barrajón también precisó que "la negación del demonio es contraria al testimonio bíblico y al Magisterio de la Iglesia, como han recordado recientemente muchos Papas" de nuestra Iglesia Católica.