Luego de ocho días de visita en Bolivia, la delegación de la Diócesis de Tréveris (Alemania), retornó a su país el 4 de marzo, alegre de haber vivido una rica experiencia pastoral, fraternal y de amistad.

Este viaje fue soñado en 2010 y es fruto del trabajo conjunto entre las "Hermandades" de la Iglesia en Bolivia y las diócesis alemanas de Tréveris y Hildesheim, comisiones pertenecientes a los episcopados locales que se preocupan desde hace 57 años de fortalecer lazos y conocer la realidad de ambos países.

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La delegación alemana estuvo integrada por unas 15 personas, entre ellas el Obispo de Tréveris, Mons. Stephan Ackerman; agentes pastorales y representantes políticos; quienes del 25 de febrero al 4 de marzo recorrieron las diócesis de Santa Cruz, Tarija, Potosí, El Alto y La Paz.

En esos lugares visitaron comunidades parroquiales, misiones jesuíticas, hogares sociales, museos, archivos eclesiales y zonas históricas, con la finalidad de conocer el trabajo pastoral, las raíces misioneras, intercambiar experiencias en temáticas medioambientales y de comercio.

En cada una de las diócesis visitadas hubo gestos especiales hacia la delegación alemana como la nominación de "Visitantes Distinguidos" y "Huésped de Honor de Tarija" por parte del alcalde de esa ciudad.

También se realizó una recepción en la residencia de la embajada alemana, donde asistieron miembros de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional – GIZ, de la Conferencia Episcopal Boliviana y el Nuncio Apostólico, Mons. Angelo Accatino.

Mons. Ackerman manifestó que en su memoria y oración conserva los encuentros, ambientes y rostros de las personas.

"Cada día nos dimos cuenta de cómo viven aquí, en la alegría desde la fe y también con tanta esperanza y fuerza de vivir, aunque en condiciones más difíciles que en Alemania. Es una experiencia increíble de comunidad, con seres humanos que no encuentro diariamente, y a pesar de ello existe una cercanía especial, esto tiene que ver con la comunidad eclesial", sostuvo.

La hermandad entre Bolivia y Alemania nació en 1955 por iniciativa del Cardenal José Clemente Maurer, misionero redentorista y Arzobispo de Sucre, fallecido en 1990; y del Obispo de Tréveris, Mons. Matthías Wehr, fallecido en 1966.

En la década de los 60 se dio apoyo material por parte de Alemania, y hacia los años 70 se gestó el padrinazgo.

Hacia el 2000 se consolidaron las relaciones a través del intercambio voluntarios, encuentros, desarrollo de temáticas comunes, formación e integración.

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