El Arzobispo Emérito de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, reflexionó sobre la reforma del Código Penal que busca liberalizar el aborto en el país y expuso las razones científicas, teológicas y jurídicas para oponerse a esta amenaza.
En Argentina existe el aborto por riesgo de salud de la madre y por violación de una mujer considerada "idiota o demente". Sin embargo, la reforma que se debate en el Parlamento modificaría el artículo 86 del Código Penal, ampliando esta práctica para los casos de violación, sin obligación de denunciar al violador, y por peligro para la salud mental de la madre.
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Frente a esto, Mons. Aguer explicó que "la primera faceta que hay que aclarar es la científica".
"El fruto de la concepción humana es un ser humano", afirmó en el programa televisivo Claves para un Mundo Mejor, emitido el 3 de marzo de 2018 por Canal 9.
Indicó que "no soy un especialista en esto, pero leo, estudio. En este plano el tema no tiene discusión". En ese sentido, sostuvo su argumento en las investigaciones del médico Jérôme Lejeune, padre de la genética moderna, que esclarecen que "el embrión es un ser humano".
"Los partidarios del aborto suelen decir que podría legalizarse a partir de la semana doce o de la semana catorce, y me pregunto: ¿antes qué era?, ¿cómo se convierte en ser humano?, ¿cómo se convierte en un hombre o una mujer?", cuestionó el Prelado.
Mons. Aguer indicó que esta convicción se refuerza con una razón teológica, con uno de los mandamientos del decálogo que es "no matarás".
Otro elemento a considerar es que el mismo "Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, fue un embrión, formado virginalmente de un óvulo de la Virgen Santísima por la acción sobrenatural del Espíritu Santo".
"Después fue un feto que creció en el seno de Nuestra Señora y, parido virginalmente, fue un bebé", reflexionó.
Luego, "inmediatamente a las razones científicas y teológicas hay que añadir las razones jurídicas", sostuvo Mons. Aguer.
Recordó que "hay convenios con los cuales la Argentina se ha comprometido, tratados internacionales que sostienen que el fruto de la concepción humana desde el primer momento de esa concepción es un ser humano y hay que respetarlo".
"La legalización del aborto es, por tanto, inconstitucional", aseguró el Arzobispo.
Respecto al embarazo producto de una violación, Mons. Aguer dijo que "comprendo, con todo respeto y cariño, a las mujeres, sobre todo chicas tan jóvenes, que son víctimas de ese delito tan espantoso, pero ¿hay que liquidar al inocente?".
Y cuestionó: "¿Y si matamos al violador? ¿Qué les parece? ¿Y si se establece por ley la pena de muerte para el violador?"
"Les advierto que yo no soy partidario de la pena de muerte, de ninguna manera, pero me pregunto por qué castigar con la pena de muerte a la personita que está en el seno de una mujer", señaló el Prelado.
Mons. Aguer recordó que "la democracia no es cualquier cosa. Democracia no es decir 'yo estoy en contra del aborto, pero que se discuta'. No es así. Un verdadero político no debe ni puede hacer eso".