Ha dado comienzo en el Vaticano una nueva reunión del Consejo de Cardenales, también conocido como C9, que asesora al Papa Francisco en la reforma de la curia romana y otros asuntos.
Se trata de la reunión 23ª, la primera de 2018, y finalizará el miércoles 28 de febrero.
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Cuando el Pontífice instituyó esta Comisión, explicó que tenía como objeto principal ayudarlo "en el gobierno de la Iglesia universal y para estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana".
El C9 se reúne cada cierto tiempo para analizar algunos asuntos referentes a la Curia. La última reunión se celebró del 11 al 13 de diciembre de 2017 y en ella se hizo un balance de los cambios efectuados hasta el momento.
Esos días, también trataron la reforma de los medios de comunicación y las actividades de la Sección de Migrantes y Refugiados del dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. Además, de la importancia de los jóvenes en el dicasterio de Laicos, Familia y Vida.
En diferentes ocasiones, el mismo Francisco ha explicado las razones de esta reforma de la Curia. Por ejemplo, el 22 de diciembre de 2016, en su saludo por Navidad a los miembros de la Curia Romana, explicó que se trata de "un proceso de crecimiento y sobre todo de conversión".
"La reforma no tiene una finalidad estética, como si se quisiera hacer que la Curia fuera más bonita; ni puede entenderse como una especie de lifting, de maquillaje o un cosmético para embellecer el viejo cuerpo de la Curia, y ni siquiera como una operación de cirugía plástica para quitarle las arrugas", dijo entonces.
Además, expresó que "se trata de que la Curia sea más conforme con su fin, que es el de colaborar con el ministerio específico del Sucesor de Pedro", es decir, "apoyar al Romano Pontífice en el ejercicio de su potestad única, ordinaria, plena, suprema, inmediata y universal".
"Como la Curia no es un aparato inmóvil, la reforma es ante todo un signo de la vivacidad de la Iglesia en camino, en peregrinación, y de la Iglesia viva y por eso -porque está viva- semper reformanda, reformanda porque está viva".
En febrero de 2015, el Papa también explicó ante los miembros del Colegio Cardenalicio que "la reforma no es el fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio cristiano; para favorecer una evangelización más eficaz; para promover un espíritu ecuménico más fecundo; para animar un diálogo más constructivo con todos".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 22 de diciembre de 2016