El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, recordó en su carta semanal que el segundo domingo de febrero se realiza en el país una colecta a favor de Manos Unidas, para apoyar a "miles y miles de personas en tantos proyectos" que esta ONG católica tiene en el mundo.
El lema de la campaña contra el hambre de este año es "Compartir lo que importa". El Obispo aseguró que con la limosna "repetimos una vez más aquel gesto de los primeros cristianos, que, al conocer a Jesucristo por el anuncio del Evangelio, vendían sus bienes y los ponían a los pies de los Apóstoles para que éstos los repartieran entre los pobres de la comunidad".
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Mons. Fernández recordó en su carta que San Pablo, al subir a Jerusalén para encontrarse con Pedro y los demás apóstoles, concluyeron el encuentro con un abrazo fraterno y con una recomendación: "No te olvides de los pobres". "Y por eso San Pablo realizó una gran colecta con destino a los pobres de Jerusalén", señaló el Obispo.
Esa frase recuerda los momentos antes de la elección del Papa Francisco, cuando el Cardenal Claudio Hummes le dijo: "No te olvides de los pobres".
Esto llevó al Cardenal Jorge Mario Bergoglio "a elegir el nombre de Francisco como recuerdo del santo que se ha caracterizado por la pobreza personal y la entrega y cercanía a los pobres".
"Manos Unidas nos presenta el panorama mundial de tantas pobrezas que impiden el desarrollo de los pueblos y el crecimiento personal de tantas personas", aseguró el Prelado y apuntó que esta ONG católica "toca el corazón de los católicos españoles y de toda persona de buena voluntad que quiera colaborar por este cauce".
Además recordó que Manos Unidas no sólo se dedica a "recaudar fondos" para paliar el hambre en el mundo, sino también para "mentalizar a los fieles de nuestras comunidades" de que no deben olvidarse de los pobres.
En ese sentido, Mons. Fernández dijo que en el primer mundo "tenemos de todo" y por eso no somos conscientes de las carencias "que tienen tantos habitantes del planeta que mueren de hambre cada día".
"No podemos aplazar la respuesta a estas necesidades hasta que las instituciones internacionales salgan a su encuentro. Urge ayudarlos hoy, quizá mañana sea tarde", señaló.
En ese sentido dijo que la campaña de Manos Unidas pone el acento sobre todo en la persona. "Alimentos hay de sobra en el mundo, hace falta sensibilidad para compartir lo que importa: la dignidad de la persona, tener lo elemental para sobrevivir, tener acceso a una educación y sanidad que mejore la calidad de vida, tener el pan de cada día", apuntó.
Pero insistió en que lo más importante es "tener a Dios y conocer a Jesucristo, que nos ofrece la salvación de Dios, nos hace hermanos unos de otros y nos da a su Madre como madre nuestra".
El Prelado agradeció el trabajo que la delegación de Manos Unidas desarrolla en la Diócesis y animó a los trabajadores a "motivar la razón más profunda de nuestra caridad cristiana" que es haber conocido a Jesús.
"Si compartimos la mesa eucarística en la que se nos entrega el mismo Jesús, no podemos olvidarnos de los pobres, porque en ellos prolonga Jesús su presencia, reclamando nuestro amor, nuestra solidaridad, nuestro compartir con ellos lo que tengamos, privándonos de algo", aseguró el Obispo.
Señaló que "nuestra caridad ha de ser gratuita, pero en esa caridad debe aparecer siempre visible que ha sido Jesús el que nos ha motivado, y es a él a quien servimos" porque es en la caridad con los hermanos, "con los pobres, donde se verifica nuestro amor a Dios".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 3 de febrero de 2018