La Diócesis de Alcalá de Henares, en Madrid (España), acogió recientemente el congreso "El triunfo de la vida y la verdad del amor humano", celebrado con ocasión de los 50 años de la encíclica Humanae Vitae, del Beato Pablo VI; y los 25 años de la encíclica Veritatis Splendor de San Juan Pablo II.
Este congreso tuvo por objetivo "iluminar y resaltar la dignidad de la vida humana, la verdad del amor humano y para profundizar en los fundamentos de la moral cristiana".
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Después de este importante evento, desde la Diócesis de Alcalá de Henares han destacado algunas de las conclusiones.
Ante el colapso demográfico y cultural de España "que pone en peligro el futuro de la civilización cristiana", aseguraron que es absolutamente necesaria "la presencia de matrimonios abiertos generosamente a la vida". Por eso se reclamó de manera "urgente" la recuperación de la familia como sujeto social, con el beneficio de "políticas familiares adecuadas".
Por la delicada situación de la familia y la sociedad, desde el congreso "El triunfo de la vida y la verdad del amor humano" propusieron una "pastoral familiar y una pedagogía que conlleve la necesidad del anuncio del Kerygma y de la iniciación cristiana".
También animaron a profundizar en "la educación afectivo-sexual, la formación en los métodos de reconocimiento de la fertilidad natural humana, reafirmar el carácter sagrado de la vida humana y acoger la vida débil".
Vigencia de la Humanae vitae
Las exposiciones que se sucedieron en el congreso destacaron "el carácter profético de la encíclica del Beato Pablo VI, Humanae Vitae, su vigencia irreformable y la necesidad de releerla desde la 'teología del cuerpo'".
"El contenido moral presente en la encíclica exalta el amor humano con sus características y aclara el concepto de paternidad responsable, en consonancia 'con criterios objetivos tomados de la naturaleza de la persona y de sus actos'", afirman.
Por eso destacan que es necesario "reconstruir el sujeto humano" para alcanzar, "desde la primacía de la gracia de Dios, la verdad del amor humano y la grandeza de la indisolubilidad del matrimonio".
En ese sentido también aseguran que "no hay paradigma moral cristiano que no pase por los criterios de moralidad expuestos por San Juan Pablo II en la encíclica Veritatis Splendor".
Y afirman que para salvaguardar los bienes de la persona es necesario afirmar la existencia de "actos intrínsecamente malos".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 2 de febrero de 2018